La isla más grande del Caribe de México, Cozumel es la perfecta combinación de sol, mar y encanto mexicano. El caleidoscopio de colores de su mar, la dulce brisa de sus playas, la autenticidad de su servicio y sus tesoros naturaleza hacen de este destino un paraíso natural.
Por Melanie Béard.
Rico en historia, vestigios mayas y maravillas naturales, Cozumel, una joya del Caribe, es una isla repleta de magia conocida por sus playas blancas, bellos atardeceres y famosa a nivel mundial por sus arrecifes de coral. Sus impresionantes escenarios naturales y la calidez de su gente hacen de la isla el destino perfecto para escaparnos de la realidad y dejarnos llevar por relajación absoluta.
Un espacio donde el mar es el protagonista, donde nos encontramos con nosotros mismos, el hermoso hotel Westin Cozumel nos pone en contacto con la increíble naturaleza que lo rodea y nos sumerge en un mundo de relajación, de paz y de armonía.
Llevándonos de la mano a descubrir lo más singular de la isla, el hotel, con sus espacios modernos, amplios, luminosos y con una incomparable vista al mar, crea experiencias inolvidables. Aquí, el día transcurre con el ritmo y suavidad de las delicadas olas que acarician la blanca arena de la playa. El sereno mar color esmeralda se estampa en mi memoria y en mi cuerpo y la experiencia sensorial se torna completa: me dejo llevar por la fascinante alma de la isla y de este precioso hotel.
Con los pies en las aguas cristalinas del Caribe y la cabeza en las nubes, el paraíso que es Cozumel lentamente me enamora. En Westin Cozumel se respira el espíritu caribeño; ubicado cerca de la Punta Norte de la Isla, el hotel es exclusivo e íntimo, gozando de vistas y paisajes privilegiados.
Desde la inmensa terraza de mi suite comienzo el día con el aroma de café y la infinita belleza del Caribe a mis pies. Aquí, a las alturas del piso 16, los caprichosos y cambiantes colores del océano forman extraños e hipnotizantes diseños; está es la obra de arte maestra de la naturaleza.
Hasta su magnifico Zazil Spa tiene magníficas vistas al mar, su aroma insignia a té blanco adentrándose en nuestro ser, completando la experiencia de relajación total. Después de dejarnos agasajar por el Zazil Spa, de dejarnos sorprender por la increíble vida marina que descubrirnos al hacer snokerl en su playa, y de dejarnos llevar por el tranquilo ritmo de vida de la Isla de Cozumel, nos espera un espectáculo mágico: la puesta del sol. Potentes rayos rojizos convergen con el profundo azul del horizonte, jugando con nuestros sentidos y embriagándonos con su inalcanzable belleza.
Esta joya hotelera es un portal para explorar lo más increíble del fascinante destino donde se encuentra: Cientos de joyas submarinas y de aventuras en la jungla le han otorgado la fama a Cozumel de ser un exótico portal al mundo maya. La isla está rodeada por un ecosistema diverso de arrecifes de coral que alberga más de 1,000 especies marinas. Una infinidad de riqueza natural yace bajo las delicadas olas del mar, esperando ser descubierta por los que nos aventuramos a explorar sus maravillas.
Espacios con originalidad, con personalidad, con alma: Westin y la isla que lo alberga son la culminación de la dulzura de su gente y la indescriptible belleza de su mar… un verdadero paraíso caribeño.