Un mundo en sí mismo y un destino fascinante, Bal Harbour en Miami, Estados Unidos, me sumergió en mundos de hedonismo, alta gastronomía y lujo. Mis dos noches en este paraíso de playa, moda y placer, comenzaron con sofisticación y elegancia inexplicable: un Porsche Panamera me esperaba, listo para ser mi portal a las maravillas del destino.
Por: Melanie Beard
Un vehículo de lujo de tamaño completo, el Porsche Panamera eleva la experiencia de la manejada, nos transforma en estrellas, nos enamora y nos apapacha. La idea de Panamera es la expresión del correaje de los ingenieros de Porsche; de cómo reenfocan y reinventan las cosas constantemente, de cómo saben conciliar aparentes contradicciones: prestaciones y confort, dinamismo y eficiencia, trabajo y familia. Fue en está obra de arte que llegué a mi destino: St. Regis Bal Harbour.
Icónico y de elegancia eterna, St. Regis Bal Harbour es la encarnación del lujo y el estilo de vida de la ciudad donde se encuentra: un mundo de sofisticación, de hedonismo y de sensual opulencia, este hotel es el escenario ideal para momentos inolvidables.
Galardonado con el Forbes de cinco estrellas y el codiciado premio AAA de cinco diamantesen el año 2015, este hotel es un refugio sin igual. Es elegancia frente al mar, gusto clásico, servicio y comodidades de primera. Recordando a Morris Lapidus, el legendario arquitecto del Miami moderno neobarroco, y al glamour de la ciudad en la década de 1960, que atrajo a visionarios como Frank Sinatra y Jackie Gleason, St. Regis ha incorporado una variedad de colores suaves y modernos, unas texturas ricas al tacto, materiales poco comunes, como madera de Movinque, de África occidental y un mármol único, Chinese God Flower Stone, y obras de arte originales, para crear un espacio singular e irresistible.
Un recorrido gastronómico por Miami
Mi primer noche en el paraíso, me dejé llevar por el vibrante ambiente y la seductora luz tenue del codiciado restaurante japonés Makoto. Ubicado en el corazón Bal Harbour Shops, el restaurante es uno de los hot spots más reconocidos de la ciudad de Miami. Además, el toque de su chef y propietario Makoto Okuwa elevan el status del lugar no solo a un concepto trendy, sino que a un verdadero templo a la cocina japonesa contemporánea
Makoto ofrece un menú extenso, donde cada platillo refleja le excelencia de su cocina. Me deleité en maravillosos makis, hasta carpaccios de Wagyu, arroz frito con atún y una deliciosa selección de sake – este famoso establecimiento nos transporta con innovadores platillos al corazón de Japón.
Regresé al hotel para dejarme deslumbrar por la luz de las estrellas desde la impactante terraza de mi suite, el murmuro de las olas del mar a la distancia. El día siguiente me dediqué a disfrutar de todos los apapachos de este gran joya hotelera, desde su renombrado spa, hasta la rica gastornomía de su restaurante Atlantikos y la belleza de su larga playa.
Al caer la noche me dirigí una vez más a gozar de la maravillosa comida de un típico bistró francés me transporta a través de los sentidos a las pintorescas calles de Francia: Le Zoo. El nombre de Le Zoo surgió por un destino imaginario en la Riviera Francesa, y es así que el restaurante parecería ser una ilusión.
El cuarto restaurante del reconocido restaurantero Stephen Starr, Le Zoo ofrece una auténtica experiencia, donde cada detalle ha sido pensado para crear una atmósfera única, divertida y 100% francesa, desde Steak Frites y Trout Amandine, hasta Soup a l’Ognion y Duck Confit. Todo exquisito y con hermosa presentación en una amplia terraza donde la brisa de Florida juega con mi cabello.
Noches de fantasía, noches de ensueño… mi experiencia en Bal Harbour se meció entre placeres sensoriales y momentos irrepetibles, de lujo, sofisticación y un estilo de vida fascinante.