Un grupo de tres amigos y socios tenían en mente hace tiempo lanzar un vino juntos y se dieron cuenta que tenían varias cosas en común; las más importantes: aman la gastronomía de México, disfrutan mucho el vino blanco y son de signo piscis.
Por Ollin Velasco.
El nombre de su proyecto conjunto era de esperarse: Piscis. Se concretó en un blanco de uva Chardonnay, de una edad aproximada de 12 meses, originaria del altiplano San Luis Potosí.
Piscis sorprende por varias cosas. De entrada, porque proviene de un clima extremo y un suelo arenoso que le da una acidez importante; no obstante, lo más importante es su versatilidad que le permite acompañar a una amplia gama de platillos. Va lo mismo con cocina del mar, que con platos grasos o carnes rojas.
La aventura de una botella
Que Piscis saliera al mercado fue un verdadero trajín. Sus creadores no encontraron embotelladoras que les convencieran en San Luis Potosí, así que buscaron una opción que les gustó en Querétaro. El trayecto de la bebida del norte hasta el altiplano del país fue largo, pero cuidado para que el vino no perdiera sus propiedades originales en el camino.
Foto cortesía de Piscis.
“Finalmente lo llevamos a embotellar y seguimos con el paso del etiquetado, pero cuando ya estábamos en el lugar donde lo harían nos dimos cuenta que la etiqueta no estaba de la medida de la botella. Tuvimos que cambiar muchas cosas; una de ellas: el etiquetado ya tendría que ser a mano. Así ha sido hasta ahora”, asegura Karla Correa, quien es directora comercial y socia del proyecto.
La receta de este vino fue creada por la enóloga argentina Agostina Astegiano y se formalizó en un primer lote de 1200 botellas. La idea del concepto es seguir produciendo más de este Chardonnay; sin embargo, no se cierran a experimentar con otros tipos de vino. Por ahora, Piscis es el rey.
Naturaleza y maridaje
Desde que el vino llega a la mesa, destacan sus aromas a manzana verde, frutas tropicales como piña y mango, flores blancas y miel de abeja. En vista se observa un color amarillo pajizo, con mucho brillo y destellos dorados. En paladar denota principalmente frescura y un balance entre frutales y minerales que balancea su acidez.
Acompañar este vino no es complicado. A pesar de que por sí mismo engloba un importante grado de complejidad, no es difícil de beberlo al tiempo que se prueban distintos platos.
“Tenemos un apego especial con la cocina de mar por el tema de piscis, pero también porque sabemos que el perfil de nuestro vino va mucho por ahí. No obstante, nos alegra mucho que vaya bien con casi todo”, dice Correa.
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No se equivoca. La presentación oficial de Piscis se hizo hace poco en el restaurante Sepia, donde se impone la comida de mar, y los platos oscilaron entre pescados, mariscos y platos con mucho mayor aporte de grasa, como la cochinita pibil. Con todos ellos quedó bien. Nosotros comprobamos su versatilidad.
Foto cortesía de Piscis.
Foto de Ollin Velasco.
Para probarlo, debes saber que ya lo venden en los restaurantes Sepia, Pehua, Terraza Cha Cha Chá, Palmares, Madre Café, Carmela y Sal, Yemanyá, Cuina y Agua y sal. También puedes pedir botellas directamente en el Instagram de la distribuidora e importadora de vinos llamada Vino y se fue.
Piscis no falla.
