Fidel Castro disfrutaba comer tanto como cocinar, mira cuáles eran sus platillos favoritos y conoce a quienes cocinaban para él.
Muchas son las opiniones en torno a las acciones que Fidel Castro tomó estando al mando de una nación, entre seguidores y detractores lo despedimos en la madrugada de este 25 de noviembre para recordar algunos episodios de su vida y la forma en que impactó a una nación que si bien algunos consideran carente de libertad, las cifras demuestran que se trata del país con la tasa de analfabetismo más baja y el índice de escolarización más alto en América Latina; si esto no es un ejemplo de las decisiones certeras que emprendió Fidel, habría que pensar en el número de ciudadanos cubanos que lamentan su partida. Aunque se trate de un tema polémico porque cada quién habla como le va, no podemos dejar de admitir la importancia histórica, política y cultural que ha tenido este personaje ante el mundo.
Por Ingrid Cubas @ingrid_cb
Fotografía de encabezado: Meyer Liebowitz
¿Qué comía Fidel?
Dejando a un lado el penoso “comes y te vas” exhibido durante el mandato de nuestro entonces presidente Vicente Fox Quesada, Fidel tiene un amplio historial con la gastronomía de su país y es el chef Justo Pérez quien habló para El Clarín sobre los gustos de Fidel en la mesa. Justo se dedicó a cocinar para Fidel por décadas en La Habana Vieja e introdujo la creación de Los Paladares en Cuba, esos restaurantes que los cubanos pueden abrir en sus casas. El suyo comenzó a funcionar en 1979 cuando trabajó en el Plan del Directorio de Varadero y conoció a la ayudante de Fidel, cuando un chef internacional sugirió que Justo tuviera su propio restaurante le permitieron abrir “Mi casita” donde recibía sólo 12 comensales y así iniciaron Los Paladares mientras Justo combinaba su labor como diseñador para el Estado y su restaurante. Especializado en la langosta, viajó a Paris para especializarse en salsas para mariscos; con el tiempo llegó a estar a cargo de restaurantes cubanos en Brasil, China, España, Italia, México, Portugal y Rusia.
Justo cuenta que a Fidel le encantaba el pez perro o cherna a la plancha, mismo que se encuentra en el Océano Atlántico, el mar Caribe y el Golfo de México para aprovechar su carne fresca, disfrutaba acompañarlo con arroz frito y pasta. El temor a que se le saboteara o envenenara con comida quedó en su faceta revolucionaria, aunque siempre tuvo un equipo que verificaba que todos los alimentos estuvieran en orden debido a los invitados que tenía en sus banquetes. La tortilla de patata y el espagueti con langosta eran otros de sus consentidos, para preparar langosta Fidel siempre seguía su propio consejo: “11 minutos al horno o seis minutos si se hace a la brasa en un espeto, para aliñar después con mantequilla, ajo y limón”.
Otro personaje que ha dado testimonio sobre el agrado que Fidel sentía por la comida es el actor francés Gerard Depardieu que en el show de Graham Norton admitió haber entablado una amistad con Fidel en 1992 gracias a la comida: “Le hice paté, a él también le encanta comer, y tiene mucha curiosidad por la comida”.
Los ingredientes de la cocina cubana
Aunque Justo considera que no hay gran variedad de ingredientes en Cuba, la base de su gastronomía se elabora con calabaza, frijoles, guayaba y plátano; incluso tienen una receta de tamal hecho con maíz y carne de cerdo al que se le agrega caldo de pollo y pimiento rojo antes de ponerlo a freír en aceite de oliva. Hay tránsito de productos franceses, mexicanos, portugueses e incluso, algunos americanos, pero nada entra en grandes cantidades. Respecto a las bebidas, se acostumbra la cerveza, los jugos naturales y la limonada, así como el vino.
También hay quienes son testigos del placer que los lácteos generaban en Fidel, pues él mismo mandó a construir Coppelia, una heladería famosa de La Habana que se conoce como la catedal del helado donde encuentras hasta ensaladas con bolas de helado y galletas. Además de Justo, Tomás Erasmo Hernández llegó a cocinar para Fidel y recuerda que el platillo favorito del comandante era la sopa de vegetales de Erasmo. Al igual que justo, Erasmo tiene su paladar en La Habana: Mamá Inés.
Por si fuera poco, se cuenta que Fidel pasaba noches enteras haciendo las recetas de la chef Nitza Villapol que aparecía en un programa de televisión tras la caída de la Unión Soviética. Consciente de la falta de ingredientes en Cuba, Fidel adaptaba los platillos y pensaba en las posibilidades para tener cultivos que le dieran más variedad a su cocina. La realidad, es que disfrutaba comer tanto como cocinar.
El futuro gastronómico de Cuba
Como era de esperarse, la oferta gastronómica de Cuba ha aumentado favorablemente desde el surgimiento de Los Paladares, lo que inició como un sitio para invitar a comer a los amigos, se expandió de casa en casa para formar verdaderos restaurantes con distintos estilos de comida que puede llegar a lo gourmet. El socio de Justo, el chef Iván Rodríguez, se formó en restaurantes con estrellas Michelin en Alemania. Desde un inicio, comenzaron a cocinar para las cenas del gobierno y las oficiales del ministro de Turismo, fueron ellos los encargados de todas las cenas con los presidentes que visitaron La Habana desde los 70.
Fidel y el mundo
La difícil relación entre Cuba y Estados Unidos es uno de los sucesos que más se le reprochó en vida a Fidel por parte de quienes emprendieron una nueva vida en la unión americana buscando refugio, sobre todo en Miami. Tras años de defender el modelo económico de cada una de las naciones involucradas, Barack Obama decidió darle vuelta a la página y hacer lo que estaba en sus manos por dejar atrás buscando un acercamiento histórico en marzo de 2016 tras el bloqueo al que se sometió a Cuba por 60 años. Incluso con este intento de Obama, Fidel se mantuvo en la postura de autosuficiencia de su país rematando con la frase “no necesitamos que el imperio nos regale nada”. Por su parte, Donald Trump se ha pronunciado en defensa de la libertad de la prosperidad y libertad del pueblo cubano. No olvidemos que en algún momento, Trump también se mostró deseoso de tener alcance comercial en Cuba cuando declaró hace algunos años lo siguiente: “Me encantaría ayudar a reconstruir su país y devolverlo a su antiguo esplendor. En cuanto cambien las leyes, estoy dispuesto a levantar el Taj Mahal en La Habana”.
Por su parte, Vladimir Putin reconoció a Fidel como un extraordinario hombre de Estado, merecedor de toda una era histórica además de un amigo recto y confiable de Rusia. Mientras tanto, Mijaíl Gorbachov se mostró orgulloso por la forma en que Fidel “resistió y fortaleció su país durante el bloqueo estadunidense más duro, cuando había una presión colosal sobre él”.
Quien también se ha expresado respecto al fallecimiento de Fidel es el escritor Mario Vargas Llosa, quien dice estar convencido de que la muerte de Fidel cambiará las estructuras de control existentes en Cuba. “Esperemos que este proceso sea rápido y sobre todo indoloro, que no traiga más violencia que la que ya ha padecido el pueblo cubano”.
Fidel y las nuevas generaciones
Justo Pérez cuenta que en La Habana se vive fabulosamente bien y la gente es muy feliz pese a la larga espera del bloqueo económico. “En La Habana tu vives, sonríes, tus vecinos te invitan con café como si fueras de tu familia. En Cuba nadie se queda sin comer, ni se acuesta con la barriga vacía. Quizás no comieron un filete como desearían, pero no van a la cama sin comer. Hambre no se pasa”.
Con información de CNN, La Jornada, El Clarín y la Gulateca