Cinco imperdibles para comer en París, desde una famosa tienda de macarrones hasta románticos cafés en el barrio de Amélie
Por: Kenia Rivera
Muchos le llaman la ciudad de la luz, y otros tantos, la del amor; sin embargo, una vez que comes en ella, la recorres y la sientes, caes en cuenta de que París no sólo irradia luz, amor, macarrones, perfumes y moda, sino también magia y perfección. Con estas cuatro paradas, disfrutarás de un día redondo e increíble entre los secretos de esta magnífica urbe.
En París el brunch es sagrado, y para honrar con gran deleite esta tradición, el lugar ideal es Le BigLove Caffé. Forma parte del reconocido grupo de restaurantes italianos Big Mamma y su punto fuerte está en la carta de almuerzos. El lugar es increíblemente hermoso por su decoración en madera. Degustarás una de las mejores cocinas parisinas al pedir cualquiera de sus tres especialidades de pasta, acompañadas de sus famosas ricotta toast con una noble porción de jamón de Parma y salchichas de trufa. Como el brunch es a la carta, puedes elegir entre dulce y salado sin ningún problema. No puedes irte de ahí sin degustar los Pancakes à la myrtille, que no son como cualquier hot cake que hayas probado antes, ya que tienen una textura perfecta por ser deliciosamente esponjosos.
Al visitar la ciudad del amor no dejes pasar su sitio más bohemio: Montmartre, donde se filmó gran parte de la película Amélie. Allí encontrarás la hermosa Basílica del Sagrado Corazón, belleza arquitectónica asentada en lo alto de una colina, lo cual permite que, una vez en su entrada, puedas disfrutar de una vista maravillosa.
Después de pasar por el templo, descubrí que el encanto de Montmartre también está en sus pequeñas calles repletas de cafés, librerías y tiendas de productos locales.
Empieza tu recorrido por la rue du Mont-Cenis hasta llegar a la famosa place du Tertre, pequeña plazuela donde se reúnen pintores y artistas que te hacen sentir la esencia del arte francés. Para terminar visita los callejones cercanos hasta la rue Norvins, donde se encuentra un hermoso y antiguo café llamado Le Consulat, que se convirtió en un favorito de París porque ahí solían tomar su aperitivo Renoir, Monet, Zola, Van Gogh y Cézanne. No te vayas de este barrio sin antes haberlo instagrameado con entusiasmo.
Basta con salir de la estación del metro Charles de Gaulle-Etoile para toparse con una arquitectura impresionante de inspiración romana: el Arc de Triomphe.
Este monumento es un punto crucial para descubrir una de las mejores vistas de la capital francesa, ya que al subir a su parte más alta puedes apreciar la privilegiada y reconocida avenida de los Champs Élysées (Campos Elíseos), de 1.9 kilómetros de largo y que conecta el arco con la Place de la Concorde, en la que puedes encontrar tiendas de alta costura, restaurantes, cafeterías, chocolaterías y, por supuesto, la esencia del shopping parisino; por ejemplo, perfumerías de lujo como Guerlain.
Una vez que bajes del arco y camines por dicha avenida, haz una parada en Ladurée, la tienda de macarrones con mayor esencia francesa, o bien, realiza compras en la chocolatería Jeff de Bruges.
Aunque para muchos parecería un cliché, subir a la Torre Eiffel cuando haces un viaje corto a París siempre será la mejor de las opciones; la sensación al estar en su cumbre te hace sentir la verdadera seducción de la urbe.
Las tarifas son un poco altas (25 euros), pero esta edificación y su vista valen demasiado la pena y el cansancio (si es que subes por los escalones).
El mejor consejo, y que ningún parisino te dirá, es que después de bajar vayas al supermercado más cercano y compres lo necesario para un pícnic francés: charcutería, queso Brie, vino y champaña. Luego camina por el jardín Champ de Mars a los pies de la torre e instálate a degustar tus alimentos y esperar el espectáculo nocturno; después del atardecer, podrás admirar la torre iluminada por luces espectaculares que cambian cada hora. Con este momento basta para sentirse eternamente satisfecho con la ciudad más hermosa del mundo en sólo 24 horas.
Si después de tu copa de vino en Champ de Mars sigues con tiempo y ganas para despedirte con un trago más de la capital francesa, opta por visitar el pub parisino Le Comptoir Général, bar en un barrio cercano al canal Saint-Martin donde difícilmente encontrarás extranjeros, puesto que es famoso sólo entre locales y eso ameniza el ambiente. Aunque tiene un aire muy tropical, a medida que avanza la noche funciona como discoteca con música en vivo para bailar.