Pierre Arthens es un reconocido crítico gastronómico que esta a punto de morir pero no sin antes encontrar el último bocado que lo hará feliz.
Pierre Arthens es un crítico gastronómico sumamente reconocido en restaurantes de prestigio. Él, busca encontrar el último bocado que lo hará feliz antes de su muerte; un sinfín de sabores que ha probado a lo largo de su vida que no llenan ese vacío de felicidad.
Por Pamela Trejo.
La memoria siempre está permanente en nuestro inconsciente y se encuentra presente en nuestra cotidianeidad, en nuestras prácticas sociales y por supuesto en la alimentación.
Muriel Barbery, la autora de este libro, lo sabía, los sabores pasados se encuentran en nuestro ser y demuestra esta importante atadura con el actor principal de este libro.
Así como los condenados a muerte, Pierre Arthens ha sido advertido por su médico de cabecera que tiene 48 horas de vida. Como un prestigioso y duro crítico gastronómico decide emprender la búsqueda dentro de su memoria para probar el último bocado que lo llevará a su destino final: la muerte.
Esta historia se relata, (como buen libro de cocina), en el corazón de París, uno de los lugares más importantes hablando de gastronomía; Pierre Arthens comienza recordando los restaurantes de “alta cocina” a los que ha ido y las críticas que ha realizado a lo largo de su vida.
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El libro se encuentra dividido en nombres de calles; estos lugares se convierten en la remembranza de los platillos que ha consumido desde pequeño, que van desde pollos asados que reinaban la mesa, carnes rojas cocinadas a la perfección, pastas mantequillosas y untuosas que se esparcían a lo largo de la boca, pescados jugosos y frescos que lo llevaban a un trance y panes crocantes o dulces que compartía en sus reseñas.
Pero todo esto no importa, los prestigiosos banquetes que todos conocemos, no calman su condición moribunda y de deseo para la liberación de su alma: la última comida de felicidad; nuestro personaje principal no probará bocado alguno, hasta encontrar el indicado.
El final es impactante y en este articulo no te arruinaremos el libro; sólo te podremos decir que el sabor menos inesperado lo encuentra en aquellos recuerdos que lo remontan al momento más pleno de su vida, ese sabor es el que le da el pase directo a tocar el cielo, ese último bocado celestial, que tú como lector, tendrás que descubrir en dónde encuentra esa memoria alimentaria que le dará la paz para “pasar al otro lado”.
La historia de vida de este crítico gastronómico te envolverá en sus memorias, sus vivencias y todo aquello que lo hizo decidir morir en plenitud, con el último bocado de felicidad.
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Al finalizar te preguntarás cuál sería tu último platillo, que sabores quieres probar al final de tus días y estamos seguros que este mismo cuestionamiento llegará a tus conocidos. Un viaje que te llevará dentro de tu cerebro para reconocer que el alimento también nos provoca recuerdos y con ello sentimientos.
¿Cuál alimento sería el último al final de tus días?