El merengue es un básico de la pastelería que aporta textura, sabor y elegancia a una amplia variedad de postres. Este delicado preparado a base de claras de huevo y azúcar tiene distintas variaciones, cada una con características y aplicaciones únicas. En esta nota, te contamos sobre los tres tipos principales de merengue: suizo, italiano y francés, para que puedas dominarlos y utilizarlos como un verdadero experto.
Por: Desiree Perea
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El merengue es reconocido a nivel mundial por ser una mezcla aireada y ligera. Se logra a través de un proceso de batido prolongado, donde los ingredientes estrella se mezclan a la perfección. Únicamente requiere de: claras de huevo y azúcar. Su consistencia puede variar desde un pico suave hasta firme, dependiendo del tipo de merengue que busque preparar.
Dentro de su múltiples ventajas, destaca por su versatilidad. Si bien puede ser un postre por sí solo, también puede usarse para decorar pasteles o rellenar tartas. Asimismo, es posible personalizarlo con esencias o mermeladas ligeras y así presentar alternativas atractivas.
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Es importante mencionar que, lograr un buen merengue puede ser complicado en las primeras veces. Si estás conociendo esta preparación, estos consejos son de gran ayuda (son funcionales para todos los tipos de merengue):
Conocer las diferencias entre los tipos de merengue te permitirá elegir el más adecuado para cada receta y crear postres impresionantes. Experimenta con diferentes técnicas y sabores, y descubre un mundo de posibilidades dentro de la categoría dulce.