México presume con orgullo una rica tradición gastronómica. Aquí, los sabores, colores y texturas son parte esencial de dicha riqueza. La unión perfecta de cada uno de estos elementos, ha logrado del legado culinario mexicano sea reconocido a nivel mundial. Entre los elementos más emblemáticos, se encuentran los panes mexicanos, que van desde los clásicos bolillos hasta las conchas decoradas con azúcar.
Sin embargo, muchos de estos panes que hoy consideramos 100% mexicanos tienen en realidad un origen europeo, específicamente francés. A lo largo de los siglos, las influencias extranjeras se han mezclado con la parte local para crear delicias que disfrutamos en la actualidad. A continuación, te presentamos algunos de estos panes mexicanos que no serían lo mismo sin las raíces francesas.
Por: Desiree Perea
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Cada rincón de México cuenta con su propio repertorio de panes. Desde los más sencillos hasta los más elaborados, todos ellos reflejan la diversidad cultural y gastronómica del país. Durante el siglo 19 y principios del 20, la panadería mexicana vivió un auge, especialmente dentro de las ciudades. Aquí se establecieron numerosas panaderías, principalmente operadas por familias españolas, italianas y francesas.
Sin embargo, los mexicanos que trabajaron dentro de ellas, aprendieron sobre las técnicas para poder replicarlas con el toque único nacional. Al unir fuerzas entre ambos talentos, el don de los panes mexicanos en la actualidad sorprende a locales y extranjeros. Desde aquellos disponibles todo el año, como las piezas que llegan de acuerdo a la temporada.
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La influencia francesa en la panadería mexicana es innegable. Desde la llegada de los panaderos franceses al país durante la intervención francesa, las técnicas y recetas europeas se han mezclado con los ingredientes y tradiciones locales. Y el resultado nos permite encontrar una gran variedad de piezas (tanto dulces como saladas), que no se pueden dejar pasar sin una taza de café de olla o chocolate caliente.
Hoy en día, estos panes mexicanos son esenciales dentro de la cultura y la gastronomía mexicana. Sin importar que sus orígenes sean europeos, se han convertido en productos profundamente mexicanos. A continuación, te contamos sobre algunas de estas piezas de arte comestibles que se perfeccionaron y adaptaron gracias al talento mexicano.