Un nuevo espacio destinado a la convivencia que precede al encuentro del espectáculo, abre sus puertas en el Auditorio Nacional: Zona Áurea. Dado que las experiencias en este recinto icónico nacen mucho antes de la tercera llamada, y se prolongan después de haber gozado del encuentro con el artista, el Auditorio Nacional ha decidido enriquecer esa experiencia con el nuevo bar Zona Áurea, situado en el vestíbulo, bajo la monumental escalera de la rampa derecha y que, en sus 210 metros cuadrados, más 50 de terraza, recibirá a 130 personas.
Por Marianna Magos.
El nombre
Zona Áurea contiene en su nombre un homenaje al arquitecto Teodoro González de León (1926-2016), que delineó muchas de sus obras a partir de esa proporción geométrica —entre ellas el Auditorio Nacional y la escultura dispuesta en la explanada, denominada Tres figuras áureas —, y alude también a la magia de esa fórmula matemática que en ámbitos de la naturaleza y de la creación humana es ejemplo de invención y armonía.
Trátese de un átomo o una galaxia, de caracolas, copos de nieve, pétalos de una rosa o de alcachofas, hay en todos ellos un equilibrio de proporciones que desde la antigüedad ha seducido a matemáticos, filósofos y artistas. Es así que el Partenón, “El hombre de Vitruvio” de Leonardo da Vinci, el edificio de la ONU en Nueva York o, más cerca, una hoja tamaño carta o una tarjeta de crédito participan de esa estructura matemática que nos obsequia dimensiones perfectas.
Diseño interior
En un espacio con carácter icónico por su forma, tres gestos rotundos de geometría pura y simple componen el espacio intervenido por Esrawe Studio; el plafón en forma de arco, la barra de concreto estriado de expresión racional y, por último, la contra barra de latón.
Héctor Esrawe, fundador del despacho y responsable del diseño conceptual e interior del bar, aceptó el desafío de erigir Zona Áurea tras conocer la contundencia y monumentalidad del arco. Desde el inicio optó por generar una relación muy natural con el espacio intervenido. Fiel a sus principios, seleccionó materiales que brindan profundidad y contraste a Zona Áurea.
El diseñador trabajó con elementos atemporales que no responden a una moda que con el paso del tiempo los vuelva obsoletos. El plafón consta de centenares de piezas artesanales de cerámica esmaltada de tono cobrizo fabricadas ex profeso; la barra fue recubierta con paneles de concreto estriado y entintado, con cubiertas flotadas de latón al alto brillo. Como tercer punto, la contrabarra, fabricada también en latón, es el remate visual y otro elemento de contraste y luminosidad dentro de un espacio de tonos oscuros y neutros.
El nuevo espacio del Auditorio Nacional es íntimo y también abierto, debido a los ventanales que dan hacia el luminoso vestíbulo. El bar es entonces un espacio privilegiado y cálido que parece abrazar a los comensales en todo momento, y responde así al propósito de detonar una manera distinta y estrecha en que los visitantes se relacionen con esta nueva área.
Menú
De la misma forma en que al escenario del Auditorio Nacional llegan artistas clásicos de diversos géneros, en el menú de Zona Áurea hay, para paladares exigentes, coctelería clásica —de un Angel Kiss a un Negroni Sbagliato—, así como una amplia gama de ron, tequila, mezcal, vodka, whisky, bourbon, single malt, ginebra, cognac, licores digestivos y champagne. Para agregar una pizca de sal, el bar ofrece bocadillos de carne, vegetarianos y embutidos finos.
Horarios e ingreso
Zona Áurea brinda servicio en los días de concierto en el Auditorio Nacional, dos horas antes del inicio del espectáculo y cierra sus puertas a las 24:00 horas. Para quienes desean vivir esta experiencia sin necesariamente contar con boletos para un concierto, deberán reservar vía correo electrónico precisando nombre, horario de llegada, número de personas y teléfono a reservaciones@zonaaureabar.com, o al teléfono 9138-9796.
