En el corazón de los Alpes Valais de Suiza, sobre el imponente y famoso pico del Matterhorn se encuentra el idílico y pintoresco pueblo de Zermatt, donde antiguas casas de madera, sinuosos ríos, majestuosa belleza natural y un ambiente cálido y hogareño nos sumerge en una cultura auténticamente alpina.
Por Melanie Béard.
Un destino de ski increíble, Zermatt es mágico en el verano, cuando sus largas góndolas, trenes y lifts nos llevan desde el verde brillante de la vegetación del valle hasta las cimas nevadas de los imponentes picos que lo rodean.
El Gornergrat a 3,089 metros de altura, es uno de esos lugares que todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida. El panorama de la montaña y la gloriosa vista del Matterhorn son inolvidables desde las alturas. A su cima llegué con el tren de cremallera al aire libre más alto de Europa, que nos lleva directamente desde la estación de Zermatt hasta la plataforma de observación del Gornergrat, los 365 días del año.
El viaje dura 33 minutos y lleva a cabo una empinada subida de 1,469 metros: el tren conduce a lo largo de 9.4 kilómetros a través de espectaculares puentes, de galerías y túneles, de bosques de alerces y pinos, pasando por barrancos rocosos y lagos de montaña. Al llegar a la cima nos encontramos con uno de los panoramas mas impactantes del mundo.
Las vistas abarcan el macizo del Monte Rosa con el pico más alto de Suiza, el segundo glaciar más grande de los Alpes, el glaciar Gorner, y un total de 29 montañas por encima de los 4,000 metros de altura, incluyendo, por supuesto, al Matterhorn en todo su esplendor, imponente y sublime. Bajo su sombra y entre hermosos valles se encuentra Zermatt, donde me hospedé en el hotel National.
Desde la terraza de mi hermosa suite de dos pisos – donde la decoración y el ambiente acogedor son típicos suizos – gozaba de una vista única al Matterhorn, el valle y la hermosa ciudad. Mi portal a las maravillas del destino, salgo del hotel y paso horas caminando entre antiguas casas de madera, cascadas, montañas y cañones.
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El hotel National ha sido el ideal punto de partida para explorar la zona de Sunnegga desde 1985, acogido por el paisaje montañoso de Valais. Fue fundado por Johann Julen y hoy en día sigue siendo un hotel de gestión familiar; ha sido asumido por Sebastian Metry Julen, nieto del fundador, quien también es el gerente del Chalet Hotel Schönegg. Junto con Line Février, nativo de Berna, dirige este hotel tradicional con gran encanto y pasión. Con gran énfasis en el servicio y con un carisma y estilo único, el National Zermatt nos hace sentir en casa.
El Chef Ejecutivo del hotel proviene de Novara, cerca de Milán. Las influencias italianas en el National son evidentes y en su restaurante disfruté de platos suizos y mediterráneos tradicionales, innovadores, sencillos y, sin embargo, de ninguna manera poco sofisticados. Una cena de tres tiempos me sumergió en la cultura local y transportó a través de los sentidos a diferentes rincones del hermoso país de Suiza.
Zermatt, una ciudad completamente peatonal, rica en historia y en belleza natural, yace a los pies de las montañas más altas de toda la cordillera alpina, rodeado por el Matterhorn, el Weisshorn y el Monte Rosa. Una ciudad de ensueño en un destino idílico, es una de las joyas que hacen que Suiza se merezca su renombrada reputación de un paraíso entre montañas.