Naturaleza, gastronomía y turismo aventura en un viaje de experiencias andinas
En el norte de Argentina, las provincias de Salta y Jujuy se destacan por su diversidad, cultura y paisajes deslumbrantes. Nuestra travesía comienza en Cafayate, tierra de viñedos y finaliza en Yavi, un gran tesoro escondido. Un recorrido de sabores y colores, tradiciones e historia.
Texto por: Tali Akuka. www.taliakuka.wixsite.com/otrosaires IG:tali.akuka
Cafayate, un sueño entre viñedos
Salta es una provincia que ofrece servicios turísticos de alta calidad. En el centro de Cafayate tienes muchas opciones. Disfruta en el Hotel Los Sauces de la naturaleza, rodeado de un jardín de sauces y una piscina con vista a las sierras. Por las mañanas, te despertará el sonido de los pájaros, es un lugar pacífico, para una estadía amena. Será un placer disfrutar de un desayuno buffet en el espacio que mira hacia paisajes deslumbrantes, así empezarás un día mágico.
Para conocer un poco más Cafayate, te proponemos dar una vuelta por la plaza principal, en donde se encuentra la iglesia y el corazón de la ciudad de la vid. Al mediodía, almuerza “Como en casa” con Luis, en el mejor restaurante de Cafayate. El cocinero y dueño prepara pastas caseras, con recetas que son secretos de familia. Los ravioles de bondiola con panceta ahumada y cebolla caramelizada, son un manjar único, las pastas se amasan el mismo día. Las carnes son deliciosas también, el lomo al champignon, la entraña, y los cortes de alta calidad acompañados por amor por la cocina y la excelente atención personalizada de Luis.
En Cafayate se producen vinos de calidad, ecológicos, únicos por sus gustos. Prueba los artesanales de Utama, una bodeguita familiar que produce tres mil litros por año. El Torrontés es el rey, un vino blanco con identidad, así como también el Tannat, un tinto con cuerpo. Visita Nanni, una bodega boutique con certificación ecológica. La atención al público se brinda en el local que también funciona un restaurante. Allí, ofrecen tres tipos de degustación y vinos de alta gama. Y en las noches prueba el restaurante Retoño, un lugar decorado con todo tipo de muebles de robles, cálido y distinguido. Los platos son realizados con vino como el risotto de Malbec, o el bife al torrontés. Un ambiente romántico y relajado para disfrutar una buena cata de vino de excelencia.
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Las empanadas salteñas
Tendrás que degustar junto a un buen vino, unas empanadas, típicas del norte, las preparan pequeñas y sabrosas, rellenas de carne y papas, en El Hornito te fascinará su gusto, y frescura, ya que las preparan en el momento. Además, come una deliciosa milanesa a la napolitana o la cazuela de cabrito, un plato típico del restaurante regional. La atención familiar y los platos abundantes te encantarán.
Hotel Asturias, una experiencia salteña
Y para continuar la experiencia en Cafayate, alójate en Hotel Asturias , una casona antigua de 57 habitaciones que en donde cada detalle esta cuidado. La decoración tiene detalles diseñados por artesanos locales. Las habitaciones están orientadas a unas vistas hacia paisajes de cuento. En el jardín deslumbra una piscina gigante, junto con reposeras y en el verano un servicio de bar. El desayuno es fuera de serie y la atención personalizada sale de lo común. Preparan en el momento omelettes y tortillas con gusto a pedido; sirven productos de la zona, y frutas frescas de estación así como medialunas recién horneadas. Y para organizar tu viaje, en el hotel te asistirán para que organizar tus paseos.
Alquila unas bicicletas o consulta sobre distintos planes para hacer turismo aventura en Ruta 40 a unos metros de Asturias y emprende un viaje de cinco kilómetros que llega a Los Médanos, un pequeño desierto entre paisajes de vinas. Un oasis de médanos blancos entre las nubes.
En el regreso, ideal para las tardecitas, siéntate en Ampi y degusta vinos de Cafayate junto a embutidos artesanales, en una picada deliciosa preparada en el momento. Un restó atendido por sus dueños que permite degustar los productos artesanales de más alta calidad de la región. El proyecto es dirigido por un joven amante del vino y el buen comer que empezó su emprendimiento vendiendo milanesas hasta llegar a cumplir su sueño. Amarás Ampi, en donde entenderás el sabor de la vid y de los sabores autóctonos.
En Cafayate, sube al cerro de La Cruz, camina hacia el Divisadero y escala cerros. Prepárate para caminar, escalar y respirar aire puro. Que mejor que realizar una cabalgata salvaje, desde Patio Cabalgatas realizan tours de acuerdo a el conocimiento de cada jinete. Un paseo por los viñedos a cargo de la potra llamada Princesa o de Lucero, será un placer al atardecer.
Cachi, belleza entre las nubes
Desde Cafayate viaja hacia Cachi, la ruta 40 tiene paisajes que deslumbran. Un camino de 300 kilómetros separan Cafayate de Cachi, pero la ruta no está en condiciones, entonces el viaje dura con paradas siete horas aproximadamente. Paisajes de altura de intensa belleza te enamorarán más de Salta, a la que no en vano apodan la linda. Atravesarás Angastaco, un pueblito colorido de dos mil habitantes y la Quebrada de las Flechas, para llegar hasta Cachi, un pueblo blanco escondido entre las nubes.
Cachi, entre las alturas, pueblito blanco de callecitas empedradas entre el cielo. Descansa en la Casa Pueblo , tu hogar en las alturas, una casa inspirada en el arte, de una belleza suprema, en donde encontrarás la paz. Te mimarán por las mañanas con un desayuno casero, jugo de naranja exprimido en el momento, café de aromas intensos, tostadas con el llamado “dulce de leche” (conocido como manjar en Latinoamérica).
Descansa, a veces la altura de 3 mil metros afecta a los visitantes, por eso toman un té de coca para que ayudar al cuerpo a acostumbrarse. Las vistas de Cachi, su gente y su tiempo lento te encantarán. Viajarás mientras que el tiempo se detiene. En el hostal Viracocha será como tu casa, decorada con colores y la calidez del norte te sentirás uno más. Relájate también en el restaurante, con una cervecita casera de coca de producción artesanal de Viracocha, tienen un restaurante de cocina de autor gourmet. Se destaca el lomo Viracocha en un colchón de papas, los tamales, las empanadas de quinoa y para coronar el día de postre el suspiro limeño un mouse de limón que se deshace en la boca. Luego, duérmete una siestita para estar a tono con Cachi y su ritmo lento pero relajado.
Una experiencia gourmet de slow food, la descubrirás en el Ashpamanta, un restaurante vegetariano en donde preparan pastas en momento. Los platos son deliciosos, el lugar es atendido por Vero y Ariel, una pareja que cumplió su sueño de un proyecto propio que impacte en la vida de la gente. El ambiente es cálido y no hay wifi porque apuntan que los visitantes se conecten en un momento que apunta a disfrutar el presente.
Salta, la linda
El viaje desde Cachi a la ciudad de Salta, atraviesa la Cuesta del Obispo, paisajes de una belleza magnifica entre cerros. Salta, la linda, es una ciudad cuidada, antigua, de callecitas empedradas, flores en los espacios públicos y rodeada de hermosos cerros. Visita el Cerro San Bernardo a 1400 metros, con el teleférico que te subirá hacia el paraíso. Una vez en lo alto, toma una cerveza Salta negra con una empanadas típicas de carne y brinda por este viaje interior.
Las vistas panorámicas maravillaran tus ojos, baja despacio, disfruta cada instante que la vida es única. Alójate en “El Hogar”, un hostal a metros del cerro, en donde te sentirás como en casa. Héctor, el amable dueño se encarga de que cada huésped se sienta cómodo, se preocupa de seguir el itinerario de cada visitante y estar seguro de que llegue a destino en forma segura. Imagínate que este hostal recibió la visita de la actriz de Hollywood, Jennifer Lawrence que busco un lugar intimo para relajarse en Salta.
Desde Salta les proponemos distintos paseos que organiza Nordic , una empresa de trayectoria que se destaca por su calidad. Emprendimos distintos viajes, un tour de un día entero desde Salta a Humahuaca, con una visita a Tilcara y otro desde Salta hasta las Salinas Grandes, visitando Purmamarca. Las travesías se destacan por la simpatía de los guías, que dan datos de color sobre los lugares y lo más importante por dar tiempo libre a los visitantes para disfrutar según la elección de cada uno. Disfrutaras en el viaje, y tendrás espacio para tomar fotografías y conocer cada rincón del norte de la mano de expertos en turismo. Los tours salen tanto desde Salta como Jujuy, cuentan con buses de calidad y visitas en las que se conoce la cultura local. Visita los talleres de cerámica, conoce como se realizan cuencos de arcilla y hazte parte de las tradiciones andinas, que veneran a la Pachamama, madre tierra.
Nuestro guía Guillermo, nos cuenta que la coca es una planta sagrada que tiene propiedades beneficiosas para la salud y nada tiene que ver con la mala fama que se ha ganado. Además, durante el viaje aprenderás acerca de la música, los cantautores, las peñas y el folclore tradicional.
Un viaje hacia el cielo
El viaje hasta las Salinas Grandes en Jujuy, es una travesía entre las nubes en donde llegas a los 4 mil metros entre las montañas para llegar al salar más grande de Argentina. En el pasado, era territorio boliviano, en la guerra entre Chile y Bolivia, Argentina recibió las tierras que pasaron a formar parte del país y en la actualidad producen litio y sal. El salar te hará sentir en el cielo, durante una hora se disfruta de unas vistas mágicas, el tiempo es el estipulado por los médicos para que no produzca alto impacto en la salud, ya que los rayos ultravioletas son más altos allí.
La Quebrada de Humahuaca, patrimonio cultural y natural de la humanidad
La Quebrada de Humahuaca es patrimonio cultural y natural de la Humanidad, sus cerros de siete colores en Purmamarca y sus vistas te enamorarán. Los paisajes cambian desde Salta a Jujuy, paulatinamente se transforman en formas únicas. Los guías cuentan que esas tierras hace millones de años eran parte del mar, los colores son producto de sedimentos de corales y conchas marinas.
La belleza auténtica de Purmamarca
En Purmamarca, disfruta de vistas panorámicas de los cerros colorados en Azul Andino . Las cabañas boutique fueron diseñadas y construidas en forma sostenible y reciclada. Un día perfecto, de inspiración y conexión interior en donde la naturaleza será protagonista. Y por la noche visita la Peña, Hedelberto, las zambas y los ritmos típicos del norte te contagiaran de sus sintonías.
El norte es magia y naturaleza salvaje. Cuentan que en los alrededores los zorros anidan en los cerros, mientras que durante las mañanas los colibríes te despiertan.
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Humahuaca, paisajes andinos auténticos
Desde Purmamarca, viajamos con Nordic hasta Humahuaca, rustica y autentica, conserva las casas de adobe y las callecitas empedradas. Puedes visitar a diez kilómetros Uquía, y caminar por la Quebrada de las Señoritas o sentarte a respirar aires andinos. Te proponemos descansar en una casa abierta al mundo, la Humahuacasa, donde se respiran aires internacionales y cuidan los detalles de cada espacio.
El proyecto es el sueño de Paula, que logró construir un lugar donde el viajero se siente bienvenido. Los desayunos son adorables, café, y pan casero con pimentón o api, una harina de maíz morado. La excelente atención y el buen ambiente te harán querer quedarte más tiempo en este precioso hogar.
Y a unos metros, Aisito Nomás, un restaurante gourmet con aires norteños donde se disfruta del buen comer. Empanadas de quinoa, cazuela de llama, locro, ensalada de quinoa y queso de cabra, empanadas típicas de carne acompañadas de un picante de locoto y unos postres de película: dulce de cayote con nuez o quesillo. Y de fondo un grupo de música que cada noche logra un ambiente perfecto que te llega al corazón.
Y en las afueras de Humahuaca, a dos kilómetros y medio, otra opción es alojarse en Urku Huasi, un hotel boutique de seis habitaciones que se encuentra en un barrio local, es una alternativa para los que se dirigen hacia Salta o siguen camino a otras localidades de Jujuy.
Yavi, un tesoro escondido en la puna
La quebrada te enamorara por sus paisajes, su gente, gastronomía y su magia. Un tesoro escondido entre las montañas, en la Puna es Yavi. Un pueblito detenido en el tiempo, a diez kilómetros de La Quiaca. Podrás llegar en bus o taxis compartidos, pero ten en cuenta que los domingos – día sagrado- no hay transporte. Pasarás por los Cerros de los 8 Hermanos. Pasarás por los Cerros de los 8 Hermanos, visitaras la pequeña iglesia Nuestra Señora del Rosario y San Francisco que data de 1698 y es un monumento nacional. Y conocerás el único marquesado que existía en Argentina durante los tiempos de la colonización española.
Yavi, tierra de paso, durante la colonia era un punto clave de transporte de minerales y tesoros. Conexión central entre los virreinatos y sus capitales. Y hay algo que queda en el rastro de la tierra, de las casitas de adobe y del viento que sopla y esconde los secretos del pasado.
Emprende un viaje interior entre montañas de color tierra y vientos que silban fuerte por las tardes. Entre las callecitas de tierra, te recibirán Ariel, Jonathan y Belén, viajeros y aventureros que descubrieron este tesoro y detuvieron el tiempo para cumplir su sueño. El Mirador de Yavi, te deslumbra, te hace detenerte y bajar de los ritmos de la ciudad hacia una mirada para adentro. En lo alto, los más bellos atardeceres te enamoran y por las mañanas los gallos cantan, las ovejas se pasean mientras que las cholitas caminan con sus aguayos y los gauchos jinetean sus caballos relucientes.
Agradecimientos especiales a: Vero Manino, Vero Calvete y Susana Saquilian.
Fotos de: Tali Akuka y Andre Madera.
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