Esta técnica de reparación se llama kintsugi, que se traduce como “carpintería dorada
Muchos tienen la experiencia desgarradora de ver como su taza favorita se hace añicos en el suelo de la cocina. Y aunque se intente pegar las piezas dañadas o se investiguen opciones de reparación, al final se descubre que es una causa perdida por lenta o costosa. Si bien el objetivo de la reparación de cerámica es hacer que la pieza parezca que nunca se dañó, existe una tradición japonesa de cuatrocientos años que consiste en reparar porcelana rota con oro.
Esta técnica de reparación se llama kintsugi, que se traduce como “carpintería dorada”. En la técnica japonesa se utiliza una laca especial mezclada con oro, plata o platino, para reparar el objeto de manera que resalte (en lugar de ocultar) el daño.
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Esta artesanal forma de reparación celebra la ruptura como parte de la historia del objeto, y no como el final de la historia. Más que una simple técnica, kintsugi es una consecuencia de la filosofía japonesa de wabi-sabi, una creencia en la belleza de las imperfecciones.
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Según la leyenda, el arte fue inventado cuando el shogun Ashikaga Yoshimasa del siglo XV rompió su tazón de té chino favorito y lo envió a China para su reparación. El cuenco fue devuelto y arreglado, pero unido por grapas metálicas feas. La tosquedad de la reparación estimuló al artesano japonés a encontrar una solución de reparación más elegante. Así, Kintsugi surgió como una forma no solo de arreglar un objeto roto, sino de transformarlo en algo hermoso.
Actualmente existen muchos artesanos y artistas alrededor del mundo que emplean esta técnica artesanal japonesa. Una de ellas es la artista de bordado, Charlotte Bailey, quien combina la técnica tradicional de kintsugi con sus habilidades de costura para restituir una pieza rota. En lugar de usar laca, cubre los fragmentos con tela y los cose con hilo de oro.
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¿Entonces se destrozó tu taza favorita? ¿Ahora qué? Si eres un aficionado al bricolaje, puedes comprar en Amazon los famosos kits de reparación de kintsugi hechos en Japón, que te guiarán a través del proceso tradicional. O bien, viajar a Japón para tomar una clase de reparación. A menudo puede encontrar un artista kintsugi, en la mayoría de las ciudades importantes.
Pero si deseas el aspecto kintsugi en tu cocina, puedes adquirir cerámica kintsugi original de artistas como Robin Puro en Taos, Nuevo México. Al final, ya sea que tu kintsugi sea una pieza restaurada o una nueva adquisición, el tazón siempre te recordará la belleza de las imperfecciones.