Karl Lagerfeld aparte de ser uno de los iconos de la alta costura y digno sucesor de Coco Chanel para la casa de moda, era una persona hermética con su vida. Sin embargo, para el gran amor de su vida: su gata Choupette, tenía innumerables muestras de apego.
Tras el fallecimiento del diseñador de moda a los 85 años y a pesar de que nunca tuvo hijos, se anunció que Lagerfeld heredó gran parte de su fortuna a su mascota. Pero ¿Quién es y qué hace? Conoce aquí detalles de Choupette, la heredera de Karl Lagerfeld.
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La heredera
Choupette, es una gatita birmana de color crema y ojos azules que sin duda se roba el corazón de sus seguidores en redes sociales. De acuerdo a la agencia de noticias EFE, la gata es una de las herederas de la fortuna del diseñador, con aproximadamente 150 millones de euros.
El felino llegó a la vida del diseñador alemán en el 2011 como un regalo de su ex pareja, el modelo Baptiste Giambiconi, de 29 años. Desde ese momento, la mascota se convirtió en su compañera de vida, la cual compartió sus excentricidades. Actualmente tiene 8 años y es una gata birmana de pelo blanco y grandes ojos azules.
Sus lujos
Según reveló el propio Lagerfeld años atrás en una entrevista, su querida mascota es muy consentida, ya que tiene dos asistentes personales que se encargan de satisfacer sus necesidades las 24 horas del día. Desde cepillarla cuatro veces al día, darle de comer en una mesa y con una vajilla de plata hasta bañarla, son algunas de las actividades de las cuidadoras de Choupette.
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Además, tiene su propia recámara en el hotel Rosewood de París y posee su propio libro “Choupette, la vida privada de una gata de la moda de altos vuelos”. Sin olvidar, sus redes sociales donde cuenta con más de 134 mil seguidores en Instagram y 49 mil en Twitter.
Su carrera
Choupette fue la fuente de inspiración del director creativo de la maison Chanel, ya que en 2015 le hizo ganar tres millones de euros con dos campañas: la primera para la marca de cosméticos Shu Uemura y la otra para el calendario de autos, Vauxhall Corsa.
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Por eso, Karl Lagerfeld nunca escatimó en los cuidados de su gata. Vuelos en primera clase, nanas, un libro, excéntricas comidas y lujosas habitaciones. Por eso, ahora es la heredera de la fortuna del diseñador de modas.
