Y entonces la selva maya abrió sus ojos al cine. Del 4 al 8 de diciembre de 2019 el Festival Internacional de Cine Tulum (FICTU) montó proyecciones frente al mar y en diversas sedes como Papaya Playa Project, Aldea Zamá, el Courtyard de Hotel Habitas y Cine By Los Amigos —la única sala de cine en Tulum—. Visto en retrospectiva, el FICTU apostó por la diversidad, el despertar de la conciencia ecológica y la atención al documental. Estos fueron sus aciertos.
Programación diversa
La selección de filmes a cargo del equipo de programación logró representar la multitud de voces en el cine contemporáneo. “Se incluyeron trabajos de varios géneros y estilos, hechos por mujeres, directores de color y/o provenientes de grupos minoritarios o marginados, además de buscar representaciones justas y empoderadoras de dichos grupos”.
Como parte de esta búsqueda de representaciones se proyectó Warrior Women, documental dirigido por Elizabeth A. Castle y Christina D. King que narra la historia de Madonna Thunder Hawk, “una activista indígena cuya carrera se ha extendido más de 50 años. Utilizando imágenes de archivo, la película da contexto a años de activismo liderado por mujeres”.
El FICTU contra la violencia de género
En respuesta a la iniciativa #YaEsHora —proclamada el verano pasado por mujeres que trabajarán contra la violencia y desigualdad en la industria—, el FICTU hizo un pronunciamiento firme. Así se leyó en el comunicado firmado por el festival:
“Si alguna de las personas que participa en nuestro festival ha sido o es objeto de acoso, comportamiento discriminatorio o violento, o ha sido testigo de alguna de estas situaciones, puede notificarlo a los equipos del FICTU ubicados en el Hotel Niik, o al teléfono 55-10780203, exclusivo para atender estas demandas. Todas las denuncias son anónimas.”
Agregaron que trabajaron conjuntamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e instancias gubernamentales de Tulum para capacitar al personal del festival en este sentido. Y así, “poder tomar acciones que propicien un ambiente de respeto, inclusión y empatía”.
Johanna Murillo en la mesa de diálogo alrededor de la mujer en el contexto de la industria del cine
Estrenos en México
En suma, el FICTU presentó 31 películas en cuatro secciones y diversas proyecciones especiales. 14 de ellas fueron estrenos en México, entre los que destacaron los siguientes:
Seberg
Como parte de la gala de clausura, el director Benedict Andrews presentó Seberg, filme que narra la historia de la vida de la actriz Jean Seberg, encarnada por Kristen Stewart. Ícono de la Nouvelle Vague, la protagonista se vio implicada en una investigación del FBI debido a su simpatía por las Panteras Negras. La obsesiva persecución devenida en tragedia envuelve al espectador en el fuego de una lucha tan íntima como política.
Seberg (2019) de Benedict Andrews se estrenó en México como parte del programa del FICTU
Flatland
Flatland, de Jenna Bass, es el tercer largometraje de la directora sudafricana. De acuerdo con la programadora Chloë Roddick, es el “resultado de una mezcla explosiva entre una road-movie feminista, western y una historia de detectives” que ocurre a lo largo de la región semidesértica del Cabo. “Con un poderoso trío de protagonistas femeninas (incluida la extraordinaria Faith Baloyi, que interpreta a una pseudodetective decidida a rastrear a las dos fugitivas), la película estalla con energía subversiva y feminista”.
Flatland (2019) de Jenna Bass se proyectó en Tulum
Lillian
Otros de los estrenos exclusivos en el país fueron Lillian, largometraje del galardonado cineasta Andreas Horvath en el que “una inexpresiva y joven solitaria decide volver a su natal Rusia después de quedarse sin recursos ni permisos para permanecer en Estados Unidos”. Una profunda ficción basada en acontecimientos reales que culmina en una lección sobre la naturaleza, el nomadismo y las lecciones sobre la travesía de una mujer en un mundo lleno de peligros.
Patrycja Planik, protagonista de “Lillian”, fue una de las invitadas del FICTU
Amazing Grace
Del lado documental, Amazing Grace es un relato que hilvana imágenes nunca antes vistas de la reina del soul, Aretha Franklin. El ganador del Oscar, Sidney Pollack (África mía, Tootsie), filmó durante dos noches en los años 70 la grabación del álbum de la aclamada cantante. Así, el FICTU fue ocasión para disfrutar de este metraje recuperado por Alan Elliot.
Amazing Grace (2018), documental dirigido por Sydney Pollack y recuperado por Alan Elliot, fue uno de los estrenos en México de la primera edición de FICTU
Enfoque medioambiental
En las diversas sedes del FICTU se encontraban esparcidos carteles enmarcados que anunciaban qué tan contaminante es un solo cigarro, además de una atenta invitación a no fumar. Si se prefería hacerlo, la indicación era depositarlos en un contenedor. Además de la señalética, el programa incluyó entre sus títulos a Santuario de Álvaro Longoria; emotivo documental protagonizado por los hermanos Javier y Carlos Bardem en el que se embarcaron en la misión de crear el santuario más grande del mundo: el Océano de la Antártida. Al festival asistió Carlos, quien advirtió “la responsabilidad es de los políticos”, más allá de las formas individuales de vida. “Los popotes de materiales reciclados, dejar de comer carnes rojas… todo eso está bien, pero no es suficiente”, apuntó.
Mientras que Santuario fue realizado en colaboración con Greenpeace, Watson de Lesley Chilcott —otra asistente del festival— cuenta la vida de uno de sus cofundadores, Paul Watson. Aunque el activista más tarde abandonó la organización por una serie de desacuerdos, continúa su lucha desde el Sea Sheperd, “la unidad de vigilantes ecológicos que tiene la misión de proteger la vida silvestre acuática en todo el mundo”.
