La Escuela Campesina de Xochimilco impulsa la agroecología mediante un programa de seis meses que combina 70 % de práctica agrícola y 30 % de […]
La Escuela Campesina de Xochimilco impulsa la agroecología mediante un programa de seis meses que combina 70 % de práctica agrícola y 30 % de teoría. De esta forma, los participantes adquieren conocimientos aplicados y pueden intervenir de inmediato en el terreno, lo cual favorece la transformación de la zona lacustre de Xochimilco.
En la zona de Xochimilco, declarada Patrimonio de la Humanidad, muchas de las tradicionales chinampas enfrentan un grave abandono: aproximadamente el 60 % de ellas se encuentran inactivas. Esta realidad pone en riesgo no solo la producción agrícola, sino también la transmisión de saberes campesinos y la biodiversidad de humedal. Frente a ello, la Escuela Campesina se posiciona como un actor clave para revertir la tendencia.
Como parte de su nuevo eje de incubación de proyectos, la Escuela abrió la oportunidad de que los egresados restauren una chinampa de 5 000 m². El plan contempla el diseño e implementación de un sistema agroforestal con plantas medicinales, la incorporación de biodiversidad vegetal y la producción sostenible de hortalizas. La institución responsable, Iniciativa Agroecológica Xochimilco A.C. (IAX), destaca que este tipo de intervención no solo revitaliza un terreno, sino que transforma a esos espacios en laboratorios vivos de agroecología. La nueva chinampa se convierte en plataforma para prácticas como saneamiento de agua mediante biofiltros, recuperación de suelos y cultivo policultivo.
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El programa de la Escuela Campesina prioriza el aprendizaje “de campesino a campesino”, en el que los propios productores locales actúan como instructores. Los estudiantes son mayoritariamente jóvenes (18-30 años) que provienen de distintos perfiles ingenieros agrónomos, administradores, estudios sociales y comparten el objetivo común de reconectar con la tierra y la tradición.
A lo largo de seis meses los participantes viven jornadas intensivas de terreno, experimentan ciclos de cultivo completos, interveniendo en tareas físicas, teóricas y de toma de decisiones ecológicas. Este enfoque les permite salir con competencias concretas para la producción sostenible, restauración de ecosistemas agrícolas y emprendimiento comunitario.
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La labor de la Escuela y sus proyectos de chinampa se alinea con la aspiración de consolidar la soberanía alimentaria en la Ciudad de México. Al recuperar terrenos agrícolas y formar jóvenes agroecólogos, el modelo contribuye a asegurar alimentos frescos, locales y de bajo impacto. Asimismo, se fortalece la resiliencia de la zona rural-urbana frente al cambio climático y la expansión urbana, pues la chinampa restaurada funciona como agente de mitigación ambiental y de conservación del paisaje agroecológico.
La Escuela Campesina de Xochimilco ha incorporado un componente decisivo: la restauración de una chinampa de 5 000 m² como espacio de aprendizaje, producción y regeneración. Gracias a este tipo de proyectos los jóvenes participantes adquieren habilidades agroecológicas reales, impulsan la tradición chinampera y contribuyen a la sostenibilidad del territorio. Este modelo demuestra que la agricultura urbana y tradicional puede evolucionar de forma profesionalizada y resiliente.
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Arca Tierra es una organización dedicada a la agricultura regenerativa con sede en Xochimilco. Desde hace más de una década, trabaja de manera constante en la recuperación del sistema chinampero, la producción sostenible de alimentos y la vinculación entre campesinos, cocineros y consumidores urbanos.
Asimismo, la Escuela Campesina de Xochimilco representa un proyecto conjunto impulsado por Arca Tierra, que funge como coordinadora operativa y espacio sede. Su chinampa “Del Sol” sirve, por un lado, como aula viva y, por otro, como laboratorio agrícola donde los estudiantes pueden aplicar sus conocimientos.
Por su parte, la Iniciativa Agroecológica Xochimilco A.C. (IAX) se encarga del diseño pedagógico, así como de la investigación y el acompañamiento técnico en temas relacionados con la agroecología y la restauración ecológica. De esta manera, ambas instituciones trabajan de forma articulada para fortalecer el tejido rural y promover prácticas sustentables que regeneren el ecosistema chinampero.