En México tenemos más de 200 variedades de chiles, aquí te dejamos dos variedades que seguro te cuesta identificar y son realmente deliciosas.
Por: Fernanda Hernández @ferhernandez_v
¿Cómo sería la cocina mexicana sin picante?
Todos disfrutamos esa sensación de euforia que provoca ponerle picante a nuestra comida. En México tenemos más de 200 variedades de chiles, cada estado se adapta a los que se consiguen en su zona. Es por eso que la variedad de sabores en diversos platillos hacen de nuestra gastronomía algo único en el mundo
Aquí te dejamos dos variedades que seguro te cuesta identificar.
Originario de Sudamérica, este chile se ha adaptado perfectamente a suelo mexicano principalmente a la península de Yucatán –gracias a su clima caluroso y húmedo, este tipo de semilla desarrolla aromas, tamaño y textura únicas en su tipo–.
Probamos un licor de chile, porque en México todo es posible
Es una de las variedades más picantes y con más sabor. Su producción se da todo el año, siempre y cuando no bajen las temperaturas, ya que no se adapta bien al frío.
Yucatán y Campeche tienen la denominación de origen de esta variedad, sin embargo otros estados como San Luis Potosí, Tabasco y Baja California también lo producen.
A diferencia del chile manzano, esta variedad tiene un sabor ahumado más intenso y el grado de picor es más elevado, además sus semillas son de color claro y dependiendo el color es la intensidad del mismo.
Taller de chiles con Yuri de Gortari
Este tipo de chile también es originario de Sudamérica. Se caracteriza por tener una pulpa carnosa y un sabor ligeramente ahumado. Durante primavera desarrolla mayor sabor y tamaño. Puede llegar a medir hasta cinco centímetros. Sus semillas siempre son negras y germinan bien en clima cálido.
Se utiliza mucho en la zona centro del país, al ser menos picante es ideal para salsas, pastas, ensalada de nopal y taco placero. Si se tatema aumenta su sabor, es por eso que es ideal con tomate o con otras variedades de chiles.