La carne es un pecado que todos los amantes de la proteína amamos cometer. Nada se compara con un buen corte, a un término adecuado para hincar el diente. A continuación te presentamos seis cortes de carne suculentos para caer en la tentación. ¡Conócelos!
A continuación te presentamos seis cortes de carne suculentos para caer en la tentación.
La carne es un pecado que todos los amantes de la proteína amamos cometer. Nada se compara con un buen corte, a un término adecuado para hincar el diente. A continuación te presentamos seis cortes de carne suculentos para caer en la tentación. ¡Conócelos!
Dante Ferrero, el chef gurú de la carne, dice que para conocer si la carne es de buena calidad, no hay nada como probar el corte New York. A través de este, se revelará la calidad de la res. El New York inicia con el corte entre la quinta y la sexta costillas, termina entre la décimosegunda y la décimotercera. Se deja una pulgada de cola a partir del ojo de lomo, la pieza contiene la falda, parte del cartílago de la paleta y se debe cortar el hueso cadena. Es muy tierno y se considera la parte más sabrosa de la costilla, es mejor apreciado en bifes, a la plancha o asado al horno.
Imagen: Love to know
El nombre de este corte, deriva de una hacha de guerra usada por tribus indígenas de norteamericanas. Este enorme pedazo de proteína tiene justamente la forma de una hacha formada a partir del hueso de la costilla. Por lo general, pesa un kilo o un kilo y medio. El tomahawk es capaz de satisfacer los paladares carnívoros más exigentes, pues tiene una proporción ideal entre la grasa intermuscular e intramuscular.
Imagen vía: The Meat box
Es la parte media del lomo, excluyendo el hueso. Su marmoleo le brinda un sabor exquisito y una suavidad precisa. Es un corte ligeramente magro y es preparado tanto a la parrilla, como al carbón o al horno.
Imagen vía: Whispering Meadows
El txuletón (se lee chuletón) es de origen vasco. La gran propiedad de esta carne es que viene de las vacas y bueyes viejos, con más de 6 años de edad y pesan alrededor de 900 kg. Por su grosor se prepara a la parrilla con carbón vegetal y no mineral, para así conservar sus propiedades. Su carne roja al contacto con la brasa de encina se expresa de forma sorprendente: sabores limpios a tierra, leche y pasto.
Se obtiene al cortar entre la décimosegunda y la décimotercera costillas para terminar al cortar con la sierra entre la quinta y la sexta vértebras lumbares. Se deja una pulgada de cola a partir del ojo del lomo en ambos extremos. Su corte es de manera transversal a las costillas, lo que le da la forma de T. Es una pieza de gran sabor y muy valorada, pues junta dos piezas de gran sabor en una: el solomillo y el entrecot.
Imagen vía: Bonappetit
La picaña es un corte proveniente de la parte posterior de la espalda de la res. Está a ambos lados de la espina dorsal, por lo que cada animal tiene dos picañas. Tiene una jugosidad inmejorable, por lo que es perfecta para prepararla a las brasas. En Brasil es el rey de los cortes.