Un evento para festejar en grande a esta bebida. Si te lo perdiste, después de leer este reporte no querrás faltar por nada del mundo […]
Por Jorge Landeros
Indian Pale Ale, Bitter, Brown Ale, Stout o irlandesas; rojas, rubias, morenas, doradas y dobles; estilos bock, lager, vienna, export y wessbier; holandesas, alemanas, londinenses, francesas, brasileñas y obviamente mexicanas; de frutos rojos, de chocolate, de café y hasta de bambú; artesanales y comerciales, de alta y baja fermentación, para todos los gustos y todos los paladares, todo tipo de cerveza hubo en la última edición del Cervefest Ciudad de México, que tuvo lugar los pasados 24, 25 y 26 de este mes en las instalaciones del deportivo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ubicado en Villa Coapa y en el que casi un grupo de 50 cerveceros -distribuidores y productores- se dieron cita para ofrecer a los cientos de visitantes sus mejores bebidas.
Por doquier gente con su vaso conmemorativo, como si de una fiesta se tratara –bueno, sí se trata de una fiesta. En grupo, en pareja, solos, con un vaso o con una bolsa de mandado e incluso con una caja como de despensa. Gente yendo y viniendo de stands y de conferencias hacia el baile del grupo en turno, del concurso en turno.
¿Nacimiento de una tradición?
“No me gusta, dicen que lo fermentan con excremento de vaca”, se solía –se suele- responder en México cuando le preguntaban a alguien si le gustaba el pulque. Y remataba con un: “prefiero la cerveza”. ¿Qué tiene que ver la cerveza con todo esto? Pues que las empresas cerveceras, es decir las de antaño, para fomentar el gusto por sus productos comenzaron una campaña en los medios publicitarios de entonces (incluido el de boca en boca) que denostaba el proceso de fabricación del pulque y con ello su calidad completa.
La cerveza ganó terreno con tal discriminación de la que aun, como se puede ver, se tienen estragos en el imaginario mexicano. Tanto que es la que más se consume hoy en día. Y lejos de satanizarse, está gozando de una ola en México como nunca antes. Ola que trae consigo no solo “claras” y “oscuras”, sino una gama variadísima que agota estilos. ¿Su forma de producción? Casi siempre artesanal. Personas que alguna vez experimentaron en casa y que después por tales y cuales, decidieron incursionar como productores y que han encontrado en la producción artesanal de cerveza un nicho de crecimiento personal y/o económico que está modificando el horizonte de su consumo en el país.
Artesanal-fest
“Las más famosas, las más sabrosas, las más exóticas, las más originales, todas bajo un mismo techo y con un mismo propósito: dar a conocer la amplia gama de estilos y sabores que existen.” Así califican los organizadores el objetivo del festival de este año. Pero sin duda, las cervezas de producción artesanal son las que abundan y hacen pensar en una feria del buen fomento. Coinciden todos en la cooperación y el apoyo, pues es difícil entrar en una competencia donde parece que ya todo está dicho. Los monopolios son una enfermedad que pone en riesgo la salud económica y pública, sin embargo, la lucha se hace.
“Es importante que se realicen este tipo de ferias porque somos microempresarios” señala Luis Ramírez, de la cervecería Flaco cara de perro. “Nosotros somos del D.F. Nos pueden encontrar en Bares y tiendas artesanales, pero es difícil que nos conozcan más.”
Varios de ellos son emprendedores recientes que han buscado difusión y se han encontrado con un amplio campo de cooperación. Si algún productor es además distribuidor y tiene los medios para hacer un negocio más grande, acepta la distribución de otras marcas que no son de su catálogo.
Un grupo de mujeres se hace llamar “Mujeres catadoras de Cerveza en México” y Dagoberto Vázquez, maestro cervecero de “Fundidora Edomex” les da una charla de las especialidades de su Empresa.
Otro grupo de estudiantes de Gastronomía se acercan a La Chingonería, preguntando si habrá cerveza “fuerte” en este stand. Alguien señala y recomienda: “de las más fuertecitas que he probado”. Se acercan y piden una “Imperial mexicana”, Isaac Aroche, director de la cervecería, sonríe, cómplice mientras les ve degustarla. Una de ellas, exclama: “¡órale, ésta sí está fuerte!” Aroche, explica que es hecha con cacao y tres chiles (la bebida de la casa que ha ganado varios premios internacionales).
A un lado, el stand de la Paulaner alemana. David Vélez explica que su compañía “Grupo 5-0” sólo se dedica a la distribución exclusiva de esta cerveza. Celebra que haya eventos como este en los que hay magnífica intención. Sin embargo, como muchos, lamenta que los pequeños empresarios reunidos en el festival, tengan que verse las caras con una oligarquía que sume a los pequeños productores a un margen de distribución y ganancia cortas.
Más allá, se llega al stand de la cervecería de Tultitlán “Del Llano”, que goza ya de un premio internacional por su cerveza estilo Pilsner. Se trata de una bebida que fue hecha con la complicidad de David Mendoza y su abuela, la señora Rufina del Llano “Es un negocio familiar y estamos orgullosos”.
A lo lejos se nota un cartel que arriba dice “cerveza de bambú”. Atrae a varios visitantes. “¿De bambú?” Dice uno de ellos. “Claro, es la primera en México y Latinoamérica y es muy refrescante, si no me cree, pruébela” explica Elvira del Rivero. Se trata, como su nombre lo indica, de una cerveza hecha con bambú mexicano, de Cholula Puebla. La gente la prueba y la disfruta. Sin duda una de las sorpresas más gratas del festival. Y lo mejor, se puede conseguir en el D.F. (Cervezarte y Casa de la Cerveza en Xochimilco).
Y hay más, muchas más: de frutos rojos (“Cervecería Mintur”, del Embarcadero de Nativitas en Ciudad de México), Ginger Ale (“La Bru”, en Michoacán), una Duff (como la de la cariactura Los Simpsons) y un largo etcétera. Son tantas que tiendas especializadas, como la ya conocida “The Beer Company”, las tienen clasificadas por países o están a la espera de la “evaluación de gustos del cliente” como afirma Andrés Palestina, propietario de “KROX” (ubicados en Miramontes, en Coyoacán). “Es nuestro punto fuerte, nosotros tenemos una gran variedad de cervezas, de todos los sabores y precios, que estén adecuados al gusto del cliente, dependiendo de lo que le guste se lo recomendamos” concluye.
En fin, por grupos productores no paramos: “El alebrije”, “El bebián”, la “Mítica”, “Tepozteca”, la “Caminera”, “Mirra”, “Mozencahua”, “El retoño”, “La mafia”, “Old english”, “Ulfur”, “Mexicali”, “Patricia” y hasta “Homero”… Gente que apuesta con nuevos sabores, nuevas tonalidades y nuevas botellas, pero –lo más importante– apuesta con bríos de nuevas reglas: la de competir con la confianza de que el mercado nacional se puede abrir ya a nuevos gustos y exigencias con la seguridad de que sí, lo que está hecho en México por mexicanos sí sabe mejor. ¡Nos vemos en el Cervefest 2014!