Invaluables piezas que se conservan en ciudades y museos como patrimonio del arte cinético. ¡Colores en movimiento y efectos ópticos impresionantes!
A sus 94 años, el pasado 28 de julio murió Carlos Cruz-Diez, reconocido artista de origen venezolano conocido por sus aportaciones al arte cinético y Op Art. Aunque su prolífica trayectoria se remonta a los años cincuenta, su trabajo vive en el presente. Como dijo en una entrevista realizada en 2008 por The Associated Press: “No soy del pasado, soy del ahora”. Los misterios del color y la eficacia la línea perduran en atractivas piezas instaladas en diferentes ciudades y colecciones permanentes —el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el Musée d’Art Moderne de la Ville y el Centre George Pompidou en París son algunas—. Carlos Cruz-Diez vive y estas son 10 obras imprescindibles para recordarlo.
Physichromie Panam 160 (2014). Galería RGR
La invención de Cruz-Diez de las “fisiocromías” surgió del interés por expresarse con el placer de un pintor en acción, en el cual “el proceso de hacer una pintura” puede ser observado por el espectador. Mientras que en la pintura tradicional, la obra del artista congela un pasado, con obras de este tipo “la mirada permanece suspendida en el tiempo”. Esto se explica en el catálogo de la exhibición “Carlos Cruz-Diez: Mastering Colour” presentada en Puerta Roja Hong Kong, 2017.
Fisiometrías de Carlos Cruz Diez
Pasos peatonales de Color aditivo (2010)
Intervención en pasos peatonales de Carlos Cruz-Diez para la inauguración de la feria Art Basel de Miami Beach. La obra continúa a las afuera del Centro de Convenciones de Miami Beach, en Estados Unidos.
Pasos peatonales en Art Basel Miami Beach 2010. Centro de Convenciones de Miami Beach. ©Atelier Cruz-Diez
Fisiocromía para Madrid (1990-1991)
Las obras de arte que Cruz-Diez realizó para intervenir arquitecturas se han convertido en patrimonio de las ciudades en las que se encuentran. En el catálogo de su sitio web, el artista advierte: “son situaciones autónomas desprovistas de anécdotas, en las que el espectador descubre el color haciéndose y deshaciéndose, sin tiempo pasado ni futuro, en un presente perpetuo”. Esta pieza se encuentra en el Parque Ferial Juan Carlos I, en Madrid.
Fisiocromía para Madrid (1990). Obra de Carlos Cruz-Diez en Parque Ferial España
Cromosaturación (1999)
Carlos Cruz-Diez define a su obra Cromosaturación como “un ambiente artificial compuesto por tres cámaras de color, una roja, una verde y otra azul, que sumergen al visitante en una situación monocroma absoluta. Esta experiencia origina perturbaciones en la retina, habituada a percibir simultáneamente amplias gamas de colores.” Este tipo de pieza activa en los espectadores la noción del color en tanto que situación material, física, que sucede en el espacio sin la ayuda de la forma e incluso sin soporte alguno. El Museo Universitario de Arte Contemporáneo la albergó en sus salas en su retrospectiva presentada entre 2012 y 2013.
Couleur à L’Espace (1995)
Como apunta el sitio web de Cruz-Diez: “esta obra tiene el propósito de patentizar con más fuerza y claridad la experiencia vital del color haciéndose y deshaciéndose en el espacio”. Couleur à L’Espace “surge aislando del plano de fondo, en forma de varilla, una de las líneas de color del módulo de acontecimiento cromático”. Así, el espectador puede crear un espectro de colores que no está en el soporte de fondo. Este mismo espectro evoluciona en función del desplazamiento de quien mira y la intensidad de la luz.
Couleur l’espace (París, 2009). ©Atelier Cruz-Diez
Cromointerferencia de color aditivo (1978)
Aeropuerto Internacional Simón Bolívar
La invención de Cruz-Diez de las “fisiocromías” surgió del interés por expresarse con el placer de un pintor en acción, en el cual “el proceso de hacer una pintura” puede ser observado por el espectador. Mientras que en la pintura tradicional, la obra del artista congela un pasado, con obras de este tipo “la mirada permanece suspendida en el tiempo”. Esto se explica en el catálogo de la exhibición “Carlos Cruz-Diez: Mastering Colour” presentada en Puerta Roja Hong Kong, 2017.
Tanscromía (1965)
Las transicromías de Carlos Cruz- Diez son conocidas por las tantas instalaciones de soportes transparentes que han tenido lugar en museos. “Se generan combinaciones sustantivas que se modifican por el desplazamiento del espectador, la intensidad de la luz y el color del ambiente”.
Grande Transchromie de Carlos Cruz-Diez en el MUAC UNAM 2012. Cortesía del museo
Cromointerferencia (1964)
La cromointerferencia, como Cruz-Diez les llamaba, surgieron un día en que el artista estampaba con técnica serigráfica una serie de tramas de la obra Coleur Additive a las que decidió superponer un plástico transparente con el mismo patrón de las líneas. En ese momento, observó la aparición de interferencias de colores que se modificaban con el paso de la trama. A este efecto le llamó “falsos prismas” porque reconstituyen el espectro completo de la luz sobre un soporte opaco y material. Así, la obra comenzó a ser proyectada de ahí en adelante en salas de museos de todo el mundo.
Cromointerferencia en Centro Georges Pompidou, 2003. ©Atelier Cruz-Diez
Inducción cromática (1963)
Ya residiendo en París, Carlos Cruz-Diez trabajó alrededor de un femónemo de post-imagen, también conocido como efecto de persistencia retiniana. “Es decir, que si por unos instantes se mantiene la mirada sobre un plano rojo, al desviarla el ojo conserva por unos segundos la imagen del plano, pero la pero la percine en verde, que es el color inducido o complementario”. PAartiendo de estas experiencias, Cruz-Diez desarrolló, además, otras obras donde experimenta con el efecto de persistencia retiniana, como Douche d’Induction Chromatique en 1965 o Induction à Double Frèquence en 1986.
Douches d’Induction Chromatique (2011) en París. ©Atelier Carlos Cruz-Diez
Cromoscopio (1960-1969)
Instrumento para llevar consigo, el cromoscopio es un visor que distorsiona la realidad óptica. Interactiva, “es una obra destinada a operar la transfiguración del paisaje nocturno de las grandes ciudades”, según se define en el sitio web del artista. Este artefacto de arte es un intermediario que transforma la mirada. El resultado recuerda a imágenes del cine donde una lente desenfocada abstrae cada punto de luz para reconfigurar la realidad.
Mirtha, la esposa de Carlos Cruz-Diez utilizando un Cromoscopio en 1967. ©Atelier Cruz-Diez París
Visión nocturna de un paisaje urbano a través del Cromoscopio. ©Atelier Cruz-Diez
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