Cusco es una ciudad milenaria, enamora a primera vista a sus visitantes. Las callecitas de piedra, los pasadizos, los paisajes de montañas que la rodean y la cultura andina encandila. Conoce Cusco de una manera diferente para disfrutar al máximo de un destino inolvidable. Naturaleza, paisajes soñados y desconocidos y gastronomía deliciosa en un viaje mágico.
Por: Tali Akuka. Fotos: Tali Akuka y Andre Madera.
Waqrapukara, la maravilla escondida de Cusco
Waqrapukara es una travesía insólita para el turismo masivo. Ebelin Soncco es una guía muy especial, amante de su tierra andina, conoce los secretos del valle como nadie y organiza experiencias locales y comunitarias únicas.
En este viaje para aventureros, descubrirás una tierra escondida, un tesoro preinca, Waqrapukara. Fue construido por la cultura preinca de los Qanchis, dedicado a Teqsi, el creador del universo. El templo ceremonial era un lugar sagrado para la cultura Inca – no hay casi información acerca del uso que le daban – . Es una fortaleza rodeada de unos paisajes de ensueño a cuatro mil metros de altura.
El viaje comienza a las 4.30 am donde nos encontramos con Ebelin (www.realcusco.com) para viajar a Acomayo, donde nos espera nuestro carro que nos deja en Campi, en un punto inicial para la caminata de tres horas aproximadas por el cañón.
Ebelin cuenta acerca de sus orígenes, sobre su amado padre, un hombre que luchó contra la esclavitud de los terratenientes junto a Hugo Blanco en el Cusco y su recompensa fue una finca repartida producto de su esfuerzo . En la actualidad producen cacao, café, maíz y papas entre otros frutos. Su familia le legó su amor a la madre tierra, el respeto a la naturaleza y el agradecimiento eterno hacia lo espiritual. En los viajes a Machu Picchu– arma todo tipo de experiencias – para conocer la cultura local, aprender cómo se produce y procesa el café, así otros secretos mejor guardados de las tradiciones incas y preincas.
Asimismo, este recorrido a Waqrapukara nos introduce a la cultura local y explica acerca del “quechua” un idioma muy expresivo, que en el pasado se hablaba muy poco y se revitaliza ante el turismo masivo en Cusco. En el camino, nos atraviesan cóndores, escuchamos pájaros y nos cruzamos con pastores, vacas, caballos, ovejas y paisajes mágicos. 
El desayuno con las vistas panorámicas es uno de los momentos que guardas en tu corazón, su relato nos impregna del amor que tiene hacia los aprendizajes familiares y las tradiciones de su tierra. Y lo sabe compartir, entiende la importancia de abrir ese conocimiento universal con personas de otras culturas, para que el mensaje de su tierra llegue a conocerse por el mundo.
Después de un esfuerzo físico enorme (depende del estado cada persona) – pero que vale cada centímetro – llegamos a Waqrapucara a una altura de 4200 metros – una ruina mágica construida en consonancia con el entorno natural, en lo alto de la montaña, en la cima, casi en el acantilado. Esta caminata es recomendada con un guía habilitado.
Ebelin prepara un botiquín especial que incluye oxígeno, crema de muña que ayuda a respirar y sentirse aliviado en la altura, así como té de coca y un mix de frutas secas andinas que dan energía y fuerza para caminar. Estos frutos nos dieron la suficiente fuerza para caminar pues había maíz, inca inchi – lleno de Omega 3, 6 y 9 fuente de ácidos grasos para la salud – y aguaymato deshidratado, una fruta con alto contenido de vitamina C. En el viaje está incluido el desayuno, almuerzo, recojo por el hotel y en el caso de elegir el tour de ambos días también el equipo de camping.
Los paisajes nos enamoran, tienes el tiempo para tomar fotografías, entender y sentir el palpitar de la tierra y respirar hondo. Luego, Ebelin nos guía de vuelta por otro camino de puna, paisajes verdes invaden la vista, llamas, alpacas, vicuñas nos atraviesan. A veces inclusive se ven zorros. Esta travesía tiene una opción para acampar en Waqrapucara, esta experiencia cuentan que es maravillosa, es un recuerdo eterno. Durante las noches bajo las estrellas las montañas guardan los secretos Incas mejor escondidos.
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La Cholita, el mejor chocolate del Cusco
La Cholita es una experiencia mágica de chocolate. El cacao, una planta sagrada de producción local que los Incas conocían bien por sus propiedades beneficiosas para la salud. Cholita es una empresa de origen familiar que compromete a tres generaciones por el amor hacia el cacao. Trabajan con cacao de producción local 100% artesanal – producido en Quillabamba y elaborado en Cusco- que ayuda a la economía de varios distritos. El compromiso con el medio ambiente y el sello de calidad de la elaboración de productos libres de químicos y orgánicos. Trabajan con cacao chuncho, considerado el mejor por su calidad y gusto.
Deléitate en un paseo por el mundo del chocolate en una visita guiada en la que se explica qué es el cacao, cómo se transforma en chocolate hasta convertirse en una delicia artesanal. Prueba un sinfín de trufas y bombonería fina en una degustación de chocolate o un Workshop en donde realiza tu propia elaboración y te llevas tu propio chocolate, amaras esta experiencia. 
En el primer piso del local, preparan un chocolate caliente – son 27 sabores para elegir ideales para el frío de la altura – así como opciones de café, tortas, helados y otros manjares para el amante de lo dulce. En la planta baja, se ubica la bombonería así como la oferta de productos gourmet con chocolate que enamoran a la vista y el alma. Una experiencia del cacao auténtica de la mano de amantes del chocolate de excelente calidad.
Faustina, una ceremonia peruana
La abuela Faustina ( https://es-la.facebook.com/faustinaperu ) inspiro a la familia a que la gastronomía es parte de una experiencia, y en su honor abrieron “Faustina”, un restaurante peruano de lujo. La cena será una ceremonia que comienza con una chicha, bebida de maíz fermentado y panes hechos a base de papas de la región. El asado de la abuela es una receta histórica que consiste en una parte de res junto con unos tagliaterri caseros con verduras. Otro de los platos que se destacan es un pastel hecho de una papa violeta con relleno de un lomo delicioso y envuelto en una capa de queso derretido.
Prueba la receta “de la eterna juventud”, una preparación de 400 años, una gelatina de chocolate y café con ingredientes locales. Las preparaciones se realizan con productos orgánicos y cada receta tiene una explicación de su origen familiar. “La vida entra por la boca”, es la frase que repiten sus nietos y una de las enseñanzas fundamentales de su abuela. Jairo, su nieto destaca el aprendizaje de vivir con alegría y amor, pues su abuela decía que lo que uno da vuelve multiplicado y así es la herencia de Faustina: amor a la gastronomía y honor a la cultura andina.
¿Dónde alojarse?
La recomendación es elegir Atoq – zorro en quechua- un hotel boutique de 16 habitaciones que se destaca por su atención personalizada y sus vistas panorámicas a toda la ciudad. Atoq se ubica en San Blas, tiene un servicio gratuito de búsqueda en el aeropuerto – con previo aviso- y otros detalles como una atención personalizada, guarda de equipaje y un servicio de personal excelente. Utilizan para el jabón y shampoo, productos libres de químicos de elaboración artesanal que hacen la diferencia.
Disfrutarás de un desayuno buffet, en donde te preparan huevos en sus distintos tipos en el momento, frutas frescas de estación, y lo mejor es que tienen una maquina de café italiana que muele el café en el instante, y que llena de aroma y buena energía tu comienzo del día.
Será muy bonito perderse entre las callecitas del barrio histórico de San Blas, conocer el mercado a unos metros, y artesanías cusqueñas como de fondo la música de artistas que cantan en sus calles.
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