Al recorrer la isla de Holbox, ubicada en el caribe mexicano al norte de Quintana Roo, existen muchos hoteles de playa, si visitas el destino notarás que no hay edificios y ninguna construcción es alta, en este lugar el hospedaje es rústico: cabañas frente al mar y hoteles boutique de no más de tres pisos que nunca pierden su encanto.
Texto Roxana Zepeda. Fotos Armando Vega Gil.
Aunque en la isla casi todo es ecológico y hasta se han prohibido los plásticos, el hotel Las Nubes, es uno de los que más ha trabajado en el tema de la sustentabilidad.
Se trata de un complejo de lujo sustentable con 27 habitaciones que se encuentran junto a la Reserva de Yum Balam, al final de la isla y rodeado de manglares que puedes recorrer en los kayaks del hotel.
En esta zona la playa tiene aguas cristalinas con los tonos del Caribe y frente a ella hay un brazo de arena donde los visitantes pueden caminar en medio del mar entre aguas tranquilas de color azul claro. Es una zona libre de olas y apenas sentirás que mojas tus piernas.
LAS EXPERIENCIAS
Una de las experiencias que puedes vivir en la isla y en particular en este hotel es nadar con tiburones ballena, considerados de los peces más grandes del mundo, pues puede llegar a medir hasta 18 metros de largo. De junio a septiembre, estos animales marinos con puntos blancos, visitan las costas de Holbox, son dóciles y solo comen placton, por ello el personal del hotel organiza visitas con guías calificados para llevar a huéspedes y visitantes a nadar con los tiburones. En esta experiencia también es posible ver mantarrayas, tortugas marinas y hasta delfines.
Las habitaciones del hotel lucen por fuera como pequeñas cabañas, cada una tiene elementos ecológicos que ayudan a bajar el impacto de la huella de carbono, como jabones biodegradables, repelentes naturales, cremas y shampoos orgánicos, además de bolsas que parecen de plástico pero están hechas a partir de un derivado del nopal, pues en este hotel no se utilizan plásticos ni unicel, solo envases compostables o recipientes de vidrio y otras fibras naturales.
El complejo también tiene su propia planta para tratar aguas residuales y captar lluvia. Además modulan la intensidad de las luces exteriores para evitar confundir a las tortugas marinas que llegan a la orilla a depositar sus huevos.
Otra de las experiencias que pueden observarse desde ahí es la bioluminiscencia. En ciertos días, un tipo de alga microscópica llega a la orilla de la playa y cuando las olas rompen o el agua se mueve es posible observar pequeños puntos de luz brillantes, como si fueran luciérnagas en el mar o un espejo del cielo estrellado que también podrás observar cada noche desde una hamaca.
En el hotel también ofrecen bicicletas para que los huéspedes recorran toda la isla de arena, pues en este destino las calles no están pavimentadas.
GASTRONOMÍA SUSTENTABLE
Este hotel también cuenta con un restaurante: El Sabor de las Nubes. La cocina del lugar también es sustentable pues se basa en los alimentos de temporada, productos locales y respeto a las vedas de pulpo, caracol y otros peces de la isla que se ofrecen en el menú solo en las temporadas permitidas.
Además tienen su propio huerto orgánico elaborado con una técnica ancestral de los mayas en cajas de madera que están por encima del suelo para evitar que la fauna local destruya estos cultivos.
En el restaurante del hotel podrás probar platillos como el pulpo a las brasas, panuchos de cochinita pibil, ceviches, pesca del día y otros platillos de la Península de Yucatán.
Desde alguna de las mesas podrás contemplar uno de los atardeceres más hermosos de esta isla.
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