Ua arquitectura flotante merodea sobre La presa de la Boca en Nuevo León, a 40 minutos de Monterrey, en el municipio de Santiago. Se trata de Cámara Catamaramométrica, proyecto reciente del despacho S-AR.
Armónica con su entorno, esta construcción no es un barco, tampoco una canoa y no cumple con el carácter de una casa. Más bien, podríamos decir que es un instrumento móvil de observación comisionado para permitir a sus usuarios explorar la isla mientras se navega. El sistema de flotación se echa a andar con ocho tanques de aire situados en la base, mientras que la propulsión se resuelve con las piezas de tela añadidas. Aunque la Cámara transporta a los usuarios, podría decirse que su mayor atributo es el de ofrecer al usuario el acto de la lenta contemplación.
Sobre su nombre
La palabra “catamaran” viene del sustantivo en la lengua tamil kaṭṭumaram, donde kaṭṭu significa “empacado” y maram se refiere a un árbol. Así, la Cámara Catamaramométrica se refiere al enlazamiento de árboles que lo integran.
Cortesía de S-AR
Cortesía de S-AR
Cortesía de S-AR
Acerca de S-AR
S-AR stación-ARquitectura es un despacho con sede en Monterrey fundado en 2003 por Ana Cecilia Garza, César Guerrero, Carlos Flores y María Sevilla. A lo largo de su trayectoria han demostrado sus preocupaciones por la arquitectura urbana y social —también a través de su proyecto Comunidad Vivex—. Para este colectivo, “la arquitectura debe ser responsable en su origen y clara en sus motivaciones, y parte de cierta forma de muchas referencias pero nunca es totalmente como algunas de ellas, es decir, puede y debe tener referencias con otras ramas del conocimiento y la creación humana pero nunca confundirse con estas”. En sus proyectos, el lenguaje de las formas y las figuras no importa tanto como el mensaje que aportan las frases, “en este caso, las obras”, como mencionan en su sitio web. Así, los conceptos de geometría, puresa y sencillez son las bases de S-AR durante todo su proceso creativo y de ejecución.
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