Tarta Fraisier: una delicia francesa donde protagonizan las fresas frescas

Dentro del mundo de la repostería, Francia es reconocido a nivel mundial como una enorme institución. Podemos agradecerles la creación de un sinfín de recetas dulces, así como técnicas y herramientas que sin duda le han dado forma a esta categoría culinaria. En este contexto, la tarta Fraisier no ha dejado de causar revuelo desde su creación. ¿La razón? A continuación te contamos a detalle sobre la anatomía y técnica detrás.

Por: Desiree Perea

Un homenaje a las fresas, así es la tarta Fraisier

Este es uno de esos postres que termina por gustarle a todos; sin importar si eres amante de la cocina dulce o buscas las recetas menos empalagosas, la tarta Fraisier cumple con ambas características. La historia sobre el origen de este pastel no se conoce, pero algunos relatos sitúan su creación durante el siglo 19.

Entender la anatomía de la tarta Fraisier puede ser complicado la primera vez. Es un hibrido entre pastel y tarta, pues se incluye un bizcocho delgado en la base y en la parte superior. Muchas personas prefieren este postre gracias a que es ligero; se rellena con fresas frescas y crema de vainilla.

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Las porciones son un elemento clave en esta y todas las recetas de postres. Para la tarta Fraisier, no deben tomarse a la ligera. También es importante mencionar que a diferencia de otras recetas, el tiempo de preparación para esta tarta es largo. Para que no se convierta en un proceso tedioso, lo ideal es ejecutar los pasos en distintos momentos del día.

Sin la técnica perfecta, el resultado no se logra

La pastelería francesa presume un amplio catálogo con distintas dificultades. En el caso de la  tarta Fraisier, podríamos decir que se encuentra en un nivel intermedio; sin embargo, requiere de varias preparaciones:

• Bizcocho Genoise
• Almíbar de cereza
• Crema diplomática
• Mazapán

El montaje de la tarta Fraisier es tan importante como sus ingredientes. De hecho, su presentación es tan icónica que permite reconocerla a simple vista. Suele utilizarse un molde desmontable, así como un aro de acetato; ambos elementos ayudan a darle forma a la torre y facilitar el desmolde. En la base se coloca el bizcocho y después se humedece con el almíbar; es importante no añadir líquido en exceso, esto solo hará que pierda firmeza.

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Las fresas de mayor tamaño se cortan a la mitad (en sentido vertical) y se acomodan de forma circular en toda la orilla. Después, se agrega una parte de la crema diplomática que funciona como una especie de pegamento. Aquí se pueden añadir fresas picadas y sobre ellas, se coloca otro bizcocho delgado.

Para terminar la tarta Fraisier, se cubre con una capa delgada de crema y suele terminarse con una cobertura crujiente de galleta, mazapán; e incluso, algunas versiones agregan merengue. Antes de desmoldar, lo ideal es dejarlo reposar unos minutos dentro del refrigerador. Una vez listo, únicamente tienes que concentrarte en disfrutar. Aunque es una receta que requiere de varios procesos, el resultado hace que todo valga la pena.