Descubre la mostarda, el condimento italiano que combina frutas confitadas y un toque picante único. Aprende su historia, ingredientes y usos culinarios.
Dentro de este universo culinario que presume Italia, la mostarda ocupa un lugar especial. Este condimento combina frutas confitadas con ¿mostaza? Si, esa es la magia de este acompañamiento que vale la pena descubrir. A pesar de su popularidad en Italia, es un ingrediente menos conocido en otras partes del mundo. En esta nota, te contamos sobre el origen, ingredientes y preparación de la mostarda. Su combinación de sabores es una experiencia que no todos se atreven a probar.
Por: Desiree Perea
Esta preparación tiene sus raíces en el norte de Italia, en regiones como Lombardía y Emilia–Romaña. Su origen se remonta al Renacimiento. Durante siglos, fue un condimento exclusivo de las mesas nobles; pero con el paso del tiempo y la accesibilidad de los ingredientes, la receta logró replicarse incluso fuera de Italia. Fue en ese periodo donde se descubrió la combinación de frutas, azúcar y mostaza como opción segura para conservar alimentos. De esta manera, mantenían su apariencia y sabor intactos sin importar el paso del tiempo.
Dentro del territorio italiano, estas son las dos recetas que más se preparan:
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El proceso de elaboración de la mostarda, aunque es sencillo, requiere paciencia y atención al detalle. Dentro de sus ventajas, este condimento es realmente fácil de personalizar en cuanto a la selección de frutas. Es posible prepararlo como una especie de coctel frutal o bien, con una sola fruta. Lo ideal es prepararlo con frutas frescas, aunque no está prohibida la propuesta con frutas deshidratadas.
Posteriormente, a fuego bajo se cocinan las frutas con el azúcar, hasta obtener una cobertura de almíbar. Al final, se agrega el aceite de mostaza; en caso de no contar dicho ingrediente, se puede agregar en polvo o unos cuantos granos completos. Una vez que está envasada la mostarda, es necesario dejarla reposar por al menos 1 día antes de consumirla, su sabor mejora considerablemente.
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Por último, debes saber que el almacenamiento de este condimento es clave para lograr una buena conserva. Lo mejor siempre es optar por envases de vidrio con cierre hermético. Si aún no se ha abierto, puede mantenerse en un lugar fresco sin luz directa; una vez abierta, lo mejor es conservarla en refrigeración para extender su tiempo de vida hasta 1 año.
De esta forma, la mostarda hoy es considerada como un tesoro gastronómico que transporta a Italia a través de los sabores. Aunque en primera instancia, la combinación de ingredientes no parece atractiva, las opiniones cambian una vez que se experimenta en primera persona. Gracias a su versatilidad, la mostarda se mantiene como un acompañante perfecto a la hora de los aperitivos.