Descubre la historia, ingredientes y preparación del fettuccine Alfredo. Así es uno de los estelares de la cocina italiana que sigue encantando paladares.
Hablar de la cocina histórica italiana, sí o sí tiene que mencionar al icónico fetuccine Alfredo. Puede reconocerse a simple vista de manera instantánea, y su degustación es toda una experiencia. Actualmente, es uno de los platos más reconocidos en el mundo que podemos agradecerle al talento culinario de Italia. Textura cremosa, sabor delicado y sencillez, todos los elementos hacen sentido en esta receta.
Seguramente te has encontrado con un buen plato de fetuccine Alfredo alguna vez en tu vida. Su origen, tiene una historia particular que representa uno de las más grandes muestras de amor. A continuación, te contamos sobre el chef que sirvió por primera vez un plato de esta delicia a la que es imposible modificar.
Por: Desiree Perea
El nombre de esta preparación busca reconocer dos elementos: el tipo de pasta y el autor intelectual de la receta. El fettuccine es una pasta larga, plana y ancha. Su nombre deriva del italiano “fettucce”, que significa “pequeñas cintas”. Esta forma de pasta es adecuada para absorber salsas cremosas y mantecosas.
Por otro lado, la palabra “Alfredo” se asocia indiscutiblemente con el chef italiano Alfredo di Lelio, el creador del plato. El relato más popular sobre la creación es de lo más romántico. El chef Alfredo (al frente del restaurante familiar) preparó el primer fetuccine Alfredo con una importante misión: servir un alimento apetecible y nutritivo para su esposa, quien en ese momento estaba embarazada.
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Lo primero que llegó a su mente es que la receta sí o sí tenía que incluir pasta. A partir de una masa de sémola, preparó el fetuccine desde cero. Posteriormente, preparó una salsa cremosa, profunda y equilibrada con únicamente dos ingredientes: queso parmesano y mantequilla.
La prueba de fuego era el paladar de su esposa, quién no dudó en darle el visto bueno; e incluso, pidió que se incluyera en el menú del restaurante inmediatamente. Así, sin saberlo, las mesas de una trattoria clásica en Roma ya presumían los primeros platos de fetuccine Alfredo.
El éxito del fettuccine Alfredo radica por completo en la calidad de sus ingredientes. La receta original es sorprendentemente simple y se basa en:
Asimismo, es importante mencionar que el proceso de preparación también puede llevar hacia el éxito o el fracaso este platillo. El punto de cocción de la pasta es un gran pilar para presentar un platillo atractivo a la vista y exquisito en paladar. La salsa cremosa se cocina lentamente en una sartén ligeramente profunda. En primer lugar, se derrite la mantequilla a fuego medio-bajo. Es importante evitar que se queme, por lo que se recomienda mantener la temperatura controlada.
Una vez derretida, se añade gradualmente el queso mientras se mezcla constantemente para lograr una emulsión suave. En caso de que la salsa quede muy espesa, lo ideal es aprovechar el agua de cocción de pasta, para ajustar la consistencia. Al final, se agrega la pasta para cubrirla por completo en la salsa; aquí también es el momento para ajustar el punto de sal y pimienta.
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Finalmente, aunque el fettuccine Alfredo se originó en Italia, su popularidad alrededor del mundo marcó el inicio de una evolución notable. La receta original no se acompaña con algún tipo de proteína, sin embargo, versiones contemporáneas la sirven con pollo, camarones o vegetales.
Así, el fettuccine Alfredo continúa siendo un emblema de la cocina italiana. La armonía de sus ingredientes y la maestría en su preparación lo convierten en una receta eterna que une tradición e innovación. En cada bocado se percibe la esencia de la pasión culinaria, haciendo del fettuccine Alfredo una celebración del arte gastronómico.