Elementos para diferenciar entre chutney, conserva y mostarda

En el mundo de la gastronomía, existen muchos acompañamientos que realzan los sabores de los platillos principales. Tres de ellos se mantienen como favoritos en la cocina contemporánea: chutney, conserva y mostarda. Aunque pueden parecer similares a simple vista, cada uno tiene características únicas. En esta nota, exploraremos a fondo qué es cada uno: desde sus ingredientes principales, preparación, hasta sus usos para aprovecharlos al máximo en casa.

Por: Desiree Perea

¿Qué hace atractivo al chutney?

Esta creación culinaria podemos agradecerla a la cocina de la India. Su estilo de cocina se caracteriza por ser intenso y ligeramente picante, por lo que el chutney hace todo el sentido del mundo. Esta preparación combina elementos dulces, ácidos y especiados; sí, todo dentro de un mismo frasco. 

El chutney es un complemento realmente versátil, ya que puede prepararse con verduras o frutas. Su origen lo mantuvo por muchos años como una opción segura para conservar ingredientes, pero con el paso del tiempo se descubrió el potencial para crear combinaciones únicas. A diferencia de la mostarda, esta preparación requiere de vinagre. Su función principal es balancear los sabores y actuar como conservante.

Aunque es importante mencionar que el chutney no es igual a una conserva o la mostrada, es cierto que comparten ciertos elementos. Por ejemplo, se requiere de azúcar al momento de cocinar la fruta o verdura, todo con el objetivo de preservar su sabor, textura y hasta color.

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Características de la conserva 

Comúnmente, esta preparación es considerada como una categoría general. Sin embargo, al tomarla como un método específico, la conserva también tiene sus propias características. Realmente es fácil prepararla en casa, también pueden ser dulces o saladas. Como parte de sus características, una conserva tiene una textura mucho más pesada. 

Usualmente, se agregan trozos de tamaño mediano y se recomienda ampliamente cocinar con los ingredientes con cáscara, para evitar que pierdan su forma. También se puede personalizar al gusto, añadiendo especias o hierbas. Como factor cítrico para ayudar a la conservación, en este caso se utiliza jugo de limón.

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Mostarda, un clásico italiano 

Finalmente, este acompañamiento tiene un lugar reservado dentro de las mesas de distintas partes de Italia. La estrella son las frutas, acompañadas de un condimento que convierte a esta combinación en algo único. Su nombre da una pista, pues la mostaza es el co-estelar de esta preparación. La mostarda se caracteriza por tener un perfil de sabor dulce y picante al mismo tiempo. A diferencia del chutney y la conserva, se caracteriza por mantener las frutas enteras o en trozos grandes.

Para lograr el sabor intenso y picante, se puede añadir la mostaza en distintas presentaciones: semillas de mostaza, en polvo o aceite. El secreto está en mantener un equilibrio perfecto, para permitir que todos los ingredientes brillen. El proceso se realiza a fuego bajo, ahí las frutas se confitan y luego se les agrega la mostaza. Como resultado, se obtiene un producto brillante y llamativo.

No hay duda de que las tres preparaciones pueden convertirse en el complemento perfecto. Aunque comparten ciertos elementos como el uso de frutas y azúcar, sus diferencias en textura, sabor y origen los hacen únicos. Aprender a identificar entre chutney, conserva y mostarda, puede ayudarte a utilizarlos correctamente y así aprovechar sus características.