Las cáscaras de fruta no son simplemente basura. Conoce las mejores formas para sacar el máximo provecho de ellas antes de dejarlas en el bote de basura.
Reducir los desperdicios de comida en casa es algo que todos deberíamos aprender. Además, más allá de únicamente concentrarse en aprovechar al máximo la parte útil, la realidad es que la capa protectora de frutas y vegetales también presume un gran potencial. Cada vez más personas aprecian y encuentran un segundo uso en las cáscaras de fruta. En esta nota, te contamos sobre algunas de las formas en las que puedes aprovecharlas y entonces después, podrás desecharlas sin culpa.
Por: Desiree Perea
Reducir el impacto negativo en el ambiente se ha convertido en un tema cada vez más importante a nivel mundial. Implementar acciones desde casa podría parecer insignificante, pero la realidad es que los pequeños cambios suman de manera positiva. Dentro de la despensa en casa, las frutas y verduras son un producto recurrente. Muchas veces la cáscara simplemente se desecha; sin embargo, es importante mencionar que esta no es la decisión más inteligente.
Las cáscara de fruta son mucho más que simple basura. Aún cuando dejan de cumplir su función protectora, pueden aprovecharse de distintas formas. A continuación, te compartimos algunas ideas que puedes empezar a implementar:
Este es sin duda el uso más popular que le puedes dar a las cáscaras de fruta. Aunque pueda parecer sorpresivo, esta parte resguarda un gran porcentaje de propiedades que le van de maravilla a las plantas. Toma en cuenta que deben mezclarse con tierra para que puedan cumplir su función.
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Antes de simplemente desechar las cáscaras de fruta, vale la pena mencionar su potencial como elementos decorativos en la repostería. Sin importar si buscas un elemento llamativo o una pieza pequeña y delicada, esta capa exterior que cubre las frutas funciona a la perfección. Algunas personas optan por deshidratarlas o bien, se pueden caramelizar.
Fuera de la cocina, las cáscaras de fruta también funcionan en el área de limpieza. Aquí es importante hacer énfasis en que la cáscara de las frutas cítricas son la mejor elección. El zumo que librera esta parte al momento de romperse, tiene como característica principal un aroma intenso con buen tiempo de vida. De hecho, muchas veces al pelar toronjas, naranjas o mandarina, el aroma se queda en la manos y es muy agradable.
Este aroma se libera por sí solo con el paso del tiempo. Así que puedes colocar la cáscara fresca en un atomizador con vinagre o alcohol. También funciona para aromatizar el baño de forma natural. Una vez que los limones están exprimidos, las piezas comúnmente se dejan en la mezcla de jabón, cloro y agua que se utiliza para lavar los trastes; esto ayuda a evitar que se eche a perder el líquido rápidamente.
El aroma en los vegetales no se concentra como tal en la cáscara, sin embargo, esto no quiere decir que esta parte sea inservible. Al contrario, uno de los usos más populares de esta capa exterior es para lograr un buen sazón en caldos o guisos. El combinado de cáscaras de papa, zanahoria, calabacín, etc., funciona a la perfección para cocinar un fondo de verduras con buena profundidad de sabor.
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Como tip adicional, para evitar que las cáscaras se arruinen, lo mejor es congelarlas. Si no vas a utilizarlas a corto plazo, colócalas dentro de una bolsa de plástico con cierre y déjalas en el congelador. Cuando decidas utilizarlas, cámbialas al refrigerador una noche antes para que el proceso se realice de manera gradual.
Tanto las cáscaras de fruta, como las vegetales pueden tener un segunda vida realmente útil. Antes de pensar en simplemente desecharlas, vale la pena sacar el máximo provecho de ellas. Ya sea enfocado en técnicas de limpieza, o para liberar todo su sabor y aroma; el potencial de esta capa protectora es mucho.