Descubre Moonbass Lounge en el piso 25 del W Mexico City: cócteles flotantes, vinilos y bocados cósmicos en una cápsula sonora inspirada en la luna.
Desde las alturas de Polanco, una nueva coordenada se dibuja en el mapa nocturno de la Ciudad de México. Se llama Moonbass Lounge y se eleva por encima del bullicio terrestre: en el piso 25 del W Mexico City, donde la ciudad parece un mar de luces lejanas.
Por Alexis Beard
Este espacio no es un bar, ni siquiera un rooftop. Es una cápsula sonora y sensorial donde la música se escucha en vinilo y los cócteles se beben como si flotaran. Su atmósfera es inspirada en el misterio de la luna y la irreverencia de la cultura underground. Combina elegancia retro con guiños espaciales, como si una fiesta casera hubiera despegado hacia otra dimensión.
La carta de mixología es un manifiesto de exploración. Desde el Wallbanger Milk Punch —una fusión inesperada de gin, Galiano, Campari y lácteos— hasta el Moon Martini, con vodka, licor de coco y vermut bianco, cada bebida parece diseñada para perder la noción de la gravedad. También destacan creaciones como el Isla Grande Ice Tea, que reinterpreta el clásico Long Island con una mezcla de mezcal y tequila. Y el Luna en el Mar, una mezcla oscura y profunda de espadín, Amaro Averna y Frangelico.
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El menú, por su parte, es tan ligero como sofisticado. Hay bocados vegetales como el sashimi de sandía con soya y ajonjolí. Encontramos también deleites más audaces como el salmón trufado con caviar. Ó el camarón Moonbass, envuelto en hoja de arroz y bañado en chile fermentado con ovas de salmón. El final dulce también se atreve: un terrón de chocolate amargo con sal de gusano o un macarrón de queso de oveja y frambuesa teñido con carbón activado.
En Moonbass Lounge, cada elemento —desde la iluminación envolvente hasta los detalles del mobiliario— parece diseñado para invitar a la suspensión: de la rutina, del ruido, del tiempo. La experiencia es íntima, sensorial, más cercana a una travesía que a una salida nocturna convencional.
Ubicado en Campos Elíseos 252, el lounge abrió sus puertas el 3 de abril y ya comienza a desplegar una programación de música en vivo y sesiones de vinilo seleccionadas con precisión lunar. Para quienes buscan algo más que un trago o una vista bonita, Moonbass es una pista de aterrizaje a otro estado de ánimo.
Una invitación a dejarse llevar. A flotar un rato. A bailar en gravedad cero.
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