Descubre sobre la tradición detrás de las 7 cazuelas de Cuaresma en México. Una vez al año, se permite olvidar a la carne roja en la cocina.
Esta semana oficialmente le damos la bienvenida a la Cuaresma. Es un momento marcado puntualmente por costumbres relacionadas con la religión católica. Más allá de los rituales ceremoniales, la gastronomía también se ve involucrada. Durante este periodo, muchas familias prescinden de la carne roja, dando lugar a la creatividad en la cocina. Gracias a ello, las 7 cazuelas de Cuaresma se han convertido en un salvavidas en distintas partes del país. Esta práctica, ejemplifica a la perfección como funciona una vez más un encuentro entre la gastronomía y las tradiciones.
Por: Desiree Perea
Antes de llegar a Semana Santa, el calendario marca siete viernes donde el consumo de carne roja está prohibido por completo. Este tipo de proteína es considerado un ingrediente básico en la cocina mexicana; sin embargo, esta tradición de las 7 cazuelas de Cuaresma nos deja claro que hay todo un universo de alternativas disponibles.
La tradición permite preparar estos platillos en distintos puntos de la temporada. Algunos eligen preparar los siete durante el Viernes Santo. Aquí es común sumar la ayuda de toda la familia para servir una comida para compartir. Sin embargo, también es posible preparar una receta cada viernes, antes del inicio de la Semana Santa.
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Dentro de la versatilidad de ingredientes disponibles en México, las 7 cazuelas de Cuaresma no solo incluyen otro tipo de proteínas (carnes blancas), sino también vegetales y legumbres. Estos son los platillos salados tradicionales; sin ellos, la Cuaresma en México no está completa:
Es importante mencionar que la tradición sufre ligeras modificaciones, que dependen principalmente de la región donde se preparen. Gracias a la disponibilidad de ingredientes, en el norte por ejemplo, es común encontrar platillos con cabuches y huachales.
Además de los platillos salados, es importante hacen énfasis en que las 7 cazuelas de Cuaresma también consideran las bebidas y el postre. Un buen plato principal no está completo sin su respectiva parte liquida, y por supuesto, el cierre dulce. Comenzando por la bebida, durante la Cuaresma suele servirse una receta que recibe distintos nombres, dependiendo del lugar donde se prepara.
Conocida como agua de obispo, de dolores, de ensaladas o agua santa; todas las recetas comparten un elemento común: el jugo de betabel. Se elige este liquido de color rojizo intenso por su relación con la crucifixión de Cristo. A esta bebida se suma fruta picada: manzana, plátano, naranja y en algunos casos, lechuga.
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Finalmente, las 7 cazuelas de Cuaresma están completas con el platillo dulce. En esta temporada, la capirotada es un postre histórico que destaca por su profundidad y elaboración sencilla. Se prepara con pan duro cortado en cubos, para hidratarse posteriormente con un jarabe especiado a base de piloncillo.
En la actualidad, esta tradición que se transmite de generación en generaron sigue viva en muchos hogares mexicanos. Más allá de su conexión con la religión católica, cada una de las 7 cazuelas de Cuaresma es un claro ejemplo del ingenio mexicano en la cocina. Aunque la carne roja es un ingrediente preferido, esta temporada comprueba que no es indispensable.