Ingenio. Creatividad. Pasión. Originalidad. Adjetivos dignos de estas etiquetas y de muchas más. Todas de vinos mexicanos que se abren paso en un mercado competitivo. Propuestas visuales que nos enamoran, diseños que representan caldos que debemos tener en nuestras cavas.
Es imposible negarlo: uno se enamora con los ojos. Por ahí llega el flechazo. Y en el mundo de los vinos la cosa no tendría por qué ser diferente. Llegamos a nuestro vino favorito con una excelente invitación de lo que encontramos en su botella: la etiqueta. Los diseños comunican, dan ese mensaje único que el enólogo ha creado con sus uvas, que el productor quiere expresar y con el que finalmente llega a un anaquel.
Por ello, en nuestra edición de mayo, presentamos algunas que creemos son representativas de la evolución, los estilos que encontramos actualmente en el vino mexicano.