Comienza a subir la temperatura y con ello el antojo de bebidas frías. ¿Qué tal un cafecito frío? Para esta solicitud, el favorito de estos […]
Comienza a subir la temperatura y con ello el antojo de bebidas frías. ¿Qué tal un cafecito frío? Para esta solicitud, el favorito de estos días es el coldbrew. Jesús Salazar (Cafeólogo) nos describe que es una infusión de café molido con agua fría o hielos en donde el tiempo de exposición al agua cuenta mucho para lograr un buen resultado.
Por Raquel del Castillo @Raquel_Pastel
Todd Simpson, un ingeniero químico de Cornell, es un personaje clave en la historia del coldbrew, él descubrió que los granos tostados expuestos al agua en altas temperaturas pueden liberar sabores no deseados en la taza.
Hay varias técnicas para hacer coldbrew, eso depende del criterio del barista y lo que quiera destacar de cada grano porque no es lo mismo un café que viene de Sumatra que uno de Chiapas. Aunque en ninguna cata profesional se califica un café frío, con éste tipo de extracción hay cafés que se expresan notablemente, apuntó Jesús.
Los beneficios del coldbew de acuerdo a Santiago Sota (Olga Café) es la obtención de un perfil más dulce, floral y con notas elegantes, una experiencia totalmente diferente si la comparamos con una taza de café caliente el cual encontramos una nota de acidez y algunos aceites que desprende el grano.
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También tiene más antioxidantes y hasta 67% menos de cafeína que una taza de café americano.Esto reduce la posibilidad de acidez estomacal o migraña. El coldbrew ha sido tan bien aceptado que está presente en coctelería y bebidas. En Drip, Santiago lo prepara con agua quina, frambuesas, zarzamoras, pimienta en grano y un poco de jugo de lima.
En las barras de café lo puedes encontrar solo, con leche, acompañado de helado, como parte de un carajillo, agua mineral o root beer, todo depende del ingenio del barista.