El éxito avasallador del largometraje Parasite (Parásitos) se debe a los diferentes elementos que la componen. Su guión, su dirección actoral, su fotografía y – por su puesto- su diseño de producción han dejado en claro que tanto el público y la gran crítica son audiencias ávidas de buenas historias que cuestionen su realidad sin dejar de entretener.
Texto por: Eduardo Carrasco
Un aspecto a destacar de este filme son los espacios en donde ocurre la acción de su trama. En ellos, los personajes se desenvuelven y nos muestran la tragedia que viven desde sus respectivas clases sociales.
Para lograr este efecto, tanto el director Joon Bong Ho como su equipo de diseño de producción (liderado por Lee Ha-Jun) decidieron cuidar cada detalle de composición cinematográfica. Por ejemplo, la casa de la privilegiada familia Park es un elemento determinante, ya que en ella ocurre buena parte de la historia y nos muestra la función simbólica que cumplen los espacios.
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Esta casa se construyó desde cero a partir de las ideas que tenía el propio Joon Bong Ho, y no como se menciona en la película, por un arquitecto famoso (que en realidad no existe). Cada detalle de su arquitectura fue planeado en función de las posiciones de las tomas, la luz, las cámaras, las escenas de este filme y necesidades de todos los personajes.
Y es que poco más de la mitad de la película se desenvuelve en este espacio, por lo que según el director, cada actor tenía su propio universo dentro de esta casa. Los elementos de bloqueo y lugares para esconderse también forman parte importante de los detalles del hogar, pues el director buscaba mostrar la infiltración de una familia en la vida de la otra.
La estructura lógica que siguió la arquitectura de dicha construcción, siempre estuvo en concordancia con mostrar la dicotomía arriba-abajo, es por ello que a lo largo de la película observarás muchas escenas en escaleras o desniveles, ya que era necesario mostrar la desigualdad en todo momento. Para eso, fue indispensable crear un lugar lleno de elementos lujosos que denotaran sofisticación y estilo. Su patio, su gran cocina, sus sótanos, sus amplias recámaras e incluso su estancia son la clara evidencia de que hay una gran distancia de clase entre la familia Park y Kim, ya que cada grupo habita la casa de forma distinta.
El diseño de producción invirtió una gran cantidad de dinero para conseguir la casa que requería Parasite. Ejemplo de esto es la mesa de salón, la cual fue diseñada por el artista de muebles Bahk Jong Sun, quien construye objetos nivelados, esta mesa tuvo un costo de 20,000 dólares y sirve de punto central en la historia por la dinámica social que viven estos dos grupos, pues en una escena la familia de los “parásitos” se esconde debajo del mueble.
También hay detalles de adornos como los botes de basura (fueron traídos de Alemania y costaron 2300 dólares), las lámparas, las obras de arte en la pared y gran parte del mobiliario de marcas reconocidas o artistas destacados provenientes de distintos países, todo ello requirió de una inversión de miles de dólares, por lo cual la producción y los actores debían tener especial cuidado en sus movimientos para evitar romper o dañar algo costoso.
Otro aspecto significativo de la casa es el uso de colores en su interior. Madera oscura, tonos grises y luces amarillas son tan solo algunos de los elementos que crearon una atmósfera visual cálida y pretenciosa que contrasta con los colores verdes vivos que tiene el jardín exterior, de esta manera, en las escenas que se grabaron del interior hacia el jardín, el espacio se ve enmarcado como si se tratara de una fotografía o un cuadro.
La ubicación de la mansión, a las afueras de Jeonju y su luz natural también jugó un papel muy importante, porque sirvió como un rasgo distintivo de la libertad que gozan los Park. Además de que se aprovechó en gran medida el efecto de la luz natural para la grabación y por ello no se requirió iluminación exterior en las escenas de la casa, pues ésta se construyó considerando la dirección y los movimientos del sol, en ese sentido también se decidió el tamaño y la posición de las ventanas, así como las mejores horas de filmación.
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A pesar de que Joon Bong Ho y su equipo no son arquitectos, admiten que el diseño de este set fue todo un reto para ellos y también un elemento crucial para el éxito de la película, desde crear espacios a distintas alturas hasta pequeños rincones secretos donde algunos personajes se escondían o podían espiar lo que sucedía en otro espacio. Quizá después de leer esto deberás ver de nuevo esta película para fijarte en cada uno de los detalles que tuvieron que cuidarse en esta casa construida especialmente para el filme coreano.
