La tranquilidad de caminar en un espacio ocupado por un selecto grupo de gente, de tomar un descanso en la infinity pool o de entrenar con un instructor privado en un gimnasio completo, entre muchas otras cosas, se vuelve posible en The Siam, espacio que surge entre uno de los destinos más concurridos y solicitados de los últimos años.
Apenas 39 habitaciones conforman este paraíso creado por Krissada Sukosol Clapp y Bill Bensley. El bello edificio es un icónico lugar de la capital tailandesa que destaca por su dualidad de colores, los cuales resaltan entre los templos y el ajetreo de Bangkok. El espacio, evidentemente inspirado por el art déco, complementa su decoración con flores y frutas frescas. Ofrece a los huéspedes servicio de mayordomo personal y actividades que van desde clases de cocina hasta la posibilidad de hacerse un tatuaje Sak Yant.
En cuanto a gastronomía se refiere, The Siam pone al servicio de los visitantes cuatro diferentes lugares. Chon Thai, de cocina tailandesa; Deco Bar & Bistro, propuesta de platillos imprescindibles y maridados por una sugerente carta de bebidas; Café Cha, espacio ideal para tomar un café o un té a cualquier hora del día, y, finalmente, Bathers Bar, recinto para probar aperitivos y bebidas refrescantes a un costado de la piscina.
Este hotel cuenta con un área de relajación: el Opium Spa complementa de manera magnífica el ambiente de The Siam con tratamientos únicos e instalaciones que invitan a tomar una bocanada de aire. Además, dentro de las instalaciones también hay un salón de belleza, por lo que conviven de manera armoniosa mente, cuerpo y espíritu. La oferta completa se traduce en un oasis frente al río Chao Praya, que de igual manera ofrece pasar el día en sus interiores o en el exterior mediante sus tours privados.