La chef comparte las porciones exactas y trucos de organización para disfrutar las fiestas sin gastar de más y cuidando al planeta.
Por Pia Quintana Chef y Consultora Gastronómica
La Navidad suele ser una temporada de excesos: comida, alcohol, regalos… y muchos, muchos gastos. Pero también puede ser una oportunidad para celebrar de manera más consciente, gastar menos y evitar el estrés. Aquí te comparto una guía práctica para ayudarte a planear, reducir desperdicios y disfrutar una celebración más ligera para ti y para el planeta.
Lo principal para ahorrar tiempo, dinero y comida es una buena organización, planear con inteligencia ayudará a evitar desperdicios y evitar compras de pánico. Estos cálculos te ayudarán a planear las cantidades sin caer en excesos: 2
● 200 g de proteína animal por persona (Si haces pavo entero, calcula 350 g
por persona).
● 80 grs de ensalada por persona.
● 80 grs de vegetales por persona.
● 150 g de puré por persona.
● ½ botella de vino por persona.
● 80 grs de pan por persona.
● 60 g de arroz o pasta en crudo por persona.
Define qué es lo que cenarán, escribe tus recetas, revisa qué ingredientes ya tienes y haz una sola lista de súper. Planea qué productos puedes comprar con anticipación para evitar múltiples visitas al supermercado. Siempre que puedas, elige ingredientes de temporada y mercados locales: son más frescos, más sostenibles y muchas veces más accesibles.
Una Navidad sustentable también se cocina con estrategia. Hay muchas preparaciones que puedes hacer antes: La salsa del pavo se puede preparar con una semana de anticipación y congelar. El bacalao se congela perfecto ya cocinado.
Si haces alguna sopa también se puede congelar. El aderezo de las ensaladas lo puedes dejar listo un día antes. Si haces pasta con salsa, prepara la salsa desde un día antes y refrigérala. Las bebidas y el alcohol: cómpralos desde dos semanas antes.
En muchas tiendas especializadas te ayudan a calcular cantidades según el número de invitados. Adelantar te ahorra tiempo, estrés y evita compras de último minuto.
Aunque seas la anfitriona, no tienes que hacerlo todo. Cuando alguien pregunte “¿qué llevo?”, sé clara y específica: “Tráeme una botana”, “tráeme un postre”, “tráeme una botella de vino”. Esto evita que lleguen diez botanas repetidas y nadie lleve postre.
De igual manera, si alguno de tus invitados te dice que puede llegar más temprano para ayudarte a preparar lo que haga falta, acepta la ayuda sin miedo. A los invitados les encanta cuando das dirección — es un alivio para todos.
Organizar la mesa también puede adelantarse incluso dos días antes y no pasa absolutamente nada. Incluso te da oportunidad para jugar con lo que ya tienes: Usa libros, cajas de madera o platones para crear alturas. Mezcla vajillas y cristalería —no todo tiene que ser idéntico. Aprovecha piezas especiales que ya tienes en lugar de comprar nuevas. Una mesa bonita no necesita una inversión enorme; necesita creatividad e intención.
Celebrar no significa gastar de más. En estas fechas de excesos, es importante priorizar el bienestar emocional y físico así como disminuir el estrés. Con un poco de planeación, organización y creatividad, puedes tener una Navidad deliciosa, armoniosa y sustentable. Al final, lo que recordamos siempre es la compañía, no el exceso.
Chef mexicana con más de 20 años de experiencia, reconocida por su cocina basada en el equilibrio entre sabor y bienestar. Es autora de dos libros de cocina, México Sano y El Arte de lo Sencillo. Actualmente, lidera Índigo by Pia, un servicio de catering a la medida que fusiona la gastronomía global con los sabores de la gastronomía mexicana. “Me gusta conocer al cliente y ver si es posible hacer algo especial para ellos, algo que les recuerde un momento único, que los traslade a algún lugar, con un sabor inigualable”.