8 platillos inspirados en mujeres que llevan su nombre

1. Pizza Margarita

En primer lugar, una receta italiana que se mantiene dentro de los primeros lugares alrededor del mundo. Si bien la pizza puede ser un platillo que ha rebasado fronteras, no hay duda que las mejores opciones están en Italia. Esta pizza se considera la pionera dentro del recetario italiano. Cuenta con los tres colores de la bandera: el rojo de la salsa de tomate, blanco por el queso mozzarella y verde está a cargo de la albahaca. Los relatos cuentan que el chef Raffaele y su esposa situados en la ciudad de Nápoles querían recibir a lo grande a la reina Margarita de Saboya. A manera de agradecimiento por impulsar la parte cultural de la ciudad, por lo que crearon este platillo que rinde homenaje al legado de su territorio.

2. Pavlova

Si eres amante de los merengues, seguro este platillo dulce está entre tus favoritos. Un pastel que no requiere más que discos crujientes de merengue horneado, que a su vez mantienen un interior suave y cremoso, acompañado de una salsa de frutos rojos. Existe una controversia sobre si fue creado en Australia o Nueva Zelanda. Sin embargo, la bailarina de ballet originaria de Rusia conocida como Anna Pavlova es la inspiración de este postre delicado y lleno de sabor.

3. Victoria Sponge Cake

Para muchos podría parecer un simple pastel relleno, pero así como anuncia una presentación minimalista, la reina Victoria mantenía a este pastel como su postre favorito. Se nombró así pues las pastelerías lo preparaban exactamente como a ella le gustaba. Consiste en dos bizcochos de vainilla esponjosos y con gran firmeza, se aplican en una columna. Con ayuda de una capa de mermelada de fresa, incluso algunos agregan crema batida, aunque aun se duda de la presencia de este ingrediente en la versión que se le servía a la reina Victoria. Por último, se cubre con una ligera capa de azúcar glass. Usualmente se acompaña con una taza de té.

4. Peche Melba

En honor a la cantante australiana de ópera, el chef ejecutivo al frente del restaurante del hotel donde de hospedaba se encargó de presentar un postre para expresar su admiración. Tuvo su origen en Londres y el autor al que podemos adjudicar dicha exquisitez es el chef Auguste Escoffier. El peche Melba consiste en duraznos cocidos con un poco de azúcar que se colocan en una copa honda. Posteriormente se bañan con una salsa de frutos rojos y terminan con el toque cremoso de una bola de helado de vainilla.

5. Pommes Anna

Ubicándonos ahora en Francia, aquí también los chefs rendían homenaje a las mujeres a través de platillos suaves y exquisitos. Este es otro platillo salado que se sirve usualmente como acompañante, pues la tradición al español es: papas Anna. Se presenta una torre conformada por rebanadas de papa. Se utiliza un sartén hondo para lograr una columna uniforme. Por otro lado, mantequilla se derrite para posteriormente cubrir las papas. Se cocina al horno hasta que la parte superior esté perfectamente dorada. Adolphe Dugléré es el chef al frente de esta creación, que tuvo lugar durante el siglo 19. Se cuenta sobre la existencia de dos mujeres, que llevaban por nombre Anna. Siendo la inspiración para este platillo por su belleza y que alguna vez visitaron el restaurante de dicho chef.

6. Tarta Tatin

Asimismo, este es un poste icónico que se conoce mundialmente gracias a dos hermanas que quedaron a cargo del restaurante que puso en marcha su padre. Jean Tatin era el hombre al frente de la familia y del negocio que comenzó como un hotel donde tuvo origen la receta de la tarta invertida con manzanas caramelizadas. Una vez que el negocio quedó a cargo de la hijas: Stephanie y Caroline se dividieron las tareas para atender a los clientes de manera funcional. Sin embargo, existían días donde la demanda era mucha, y fue idea de Stephanie preparar tartas frutales con mantequilla y azúcar. Un momento de distracción bastó para lograr que las manzanas se caramelizaran. De esta manera, agregó una capa de masa hojaldre en la parte superior, cubriendo la fruta y fue directo al horno. Una vez afuera, fue como se presentó por primera vez la tarta tatin.

7. Crepes Suzette

Un platillo que puede tomarse como una receta de celebración. Dentro de un café parisino, el chef Henri Charpentier flameó por error una orden de crepas que seria servida a nada más y nada menos que al futuro rey de Gales. Sin embargo, el nombre no se estableció en su honor, si no en una mujer que lo acompañaba en la mesa. Su presencia fue algo que voló la mente del creador, de esta manera decidió darle el nombre de Suzette. La receta original incluye una crema suave que rellena las crepas. El sabor no termina aquí, pues se baña con una salsa de mantequilla, naranja y licor, este ultimo es el encargado de dar el espectáculo. Sin duda es un platillo que tiene presencia y que no todos pueden presumir que dominan a la perfección. Pues el espectáculo de flameado debe lograrse a la perfección.

8. Magdalenas

Finalmente, este es un panecillo popular que pelea su origen entre Francia y España. Una de las historias más populares es que una joven pastelera conocida como Madeleine Paulmier aprendió esta receta de un convento y lo sirvió al rey de Polonia. Tienen una forma peculiar, que asemeja una concha alargada, se preparan únicamente con mantequilla. La orilla es ligeramente delgada, lo que aporta una textura crujiente. Realmente no se necesitan de ingredientes extra para acompañar. Aunque en algunos lugares sirven al centro un poco de mermelada para añadir al gusto.