Fonda Mal Diablo es una cocina movida por muchas inquietudes: diseño, cerveza, curiosidad y el amor por la comida. Al no tener un local, Carlos Tellez busca festivales, casas, fiestas o donde sea que se pueda cocinar con tal de tener a su proyecto y su espíritu inquieto vivo.
Más allá de haber estudiado en una escuela prestigiosa de cocina o el estar en restaurantes de nombre en la Ciudad de México y España lo que más le ha gustado en el camino de su formación es su temporada dentro de un puesto de carnitas afuera de la estación de metro Normal. “Me gustaba ir al rastro e elegir la carne con la cual se harían las carnitas del día”, recuerda.
Con una formación en Ambrosía restaurantes en la Ciudad de México y España, además de experiencia por tres años en la industria cervecera, Carlos aporta mucho sazón a Fonda Mal Diablo junto con otros dos amigos más: Aníbal y Gustavo. Él cuenta que todo comenzó hace cinco años cuando por gusto abrieron un blog en el cual compartirán sus recetas, fotos, visitaban mercados y generaban ideas juntos para después subirlo a manera de posteos.
Otra de las pasiones dentro del proyecto y de Carlos es la cerveza, con tres años de experencia en cerveceras de la mano de Roberto Rodríguez y Manuel Mora, aprendió lo necesario. Si tiene antojo de algún ingrediente en la cerveza lo sugiere y hacen pruebas, ya sea elaborando cerveza en equipo o realizando el catering de eventos cerveceros, Fonda Mal Diablo está muy ligado a la bebida de malta.
“Replicamos recetas que nos gustan. Lo que tendremos en el siguiente evento será una cerveza Ale con crema de cacahuate y tocino, es una cerveza de colaboración y experimentación con Cerveza Cru Cru para un menú en donde el hilo conductor son los embutidos y toques dulces aportados por la miel de maple”. Busquen sus cenas itinerantes en su blog o fanpage.
Por Raquel del Castillo @Raquel_Pastel
