Este viernes 15 de julio se lanzaron a la venta 500 unidades de una creación fuera de lo común: una hamburguesa clásica de Shake Shack, intervenida con mayonesa de chicatana del chef mexicano Enrique Olvera. Sí, la Ant Burger.
El ícono del fast food norteamericano hizo una mancuerna perfecta con uno de los ingredientes mexicanos que más distinguen a la cocina del restaurante Pujol, del chef Enrique Olvera.
La Ant Burger, que estará solo por un día en la sucursal de Shake Shack que se encuentra en Reforma 333, en el centro de la Ciudad de México, es un ejemplo de cómo la cocina mexicana se puede fusionar con otras corrientes culinarias.
¿Alguna vez imaginaste comer una burger con aderezo de una hormiga comestible oriunda del sur de México?
Ant Burger: un experimento emocionante
Charlamos con Olvera y Mark Rosati, quien es el director culinario de Shake Shack. Les preguntamos un poco sobre la anatomía de su colaboración, así como por las razones detrás de la idea inicial.
La Ant Burger está hecha, a la usanza más tradicional de la marca, con carne Angus 100% natural, queso Monterey Jack, lechuga, jitomate heirloom y la mayonesa especial, así como encurtidos hechos en casa.
Pero, ¿por qué?
Te podría interesar: Happy buns, soul food con burgers y papas felices en la CDMX.
De acuerdo con Rosati, para él no hay mejor burger que la que lleva pocos elementos, pero tiene gran sabor.
“Desde que soy niño me gusta este tipo de comida, y ahora como adulto prefiero siempre lo menos rebuscado”, aseguró.
A su vez, el chef Olvera dijo que la elección del ingrediente mexicano tuvo que ver mucho por su carácter único. Las chicatanas son hormigas comestibles que habitan en el sur de México.
En su caso, utilizó para la mayonesa unas provenientes de la costa de Oaxaca. Lo más especial de esto es que, lo saben bien sus recolectores, dichos insectos salen únicamente una vez al año a la superficie. Es la única oportunidad para conseguirla.
Fast food memorable
Tanto Rosati, como Olvera, aseguran tener desde la infancia buenos recuerdos con las hamburguesas.
El primero, rememora el disfrute de prender la parrilla en familia, para comer numerosas burgers al puro estilo clásico. Olvera afirma que jamás olvidará cuando, de niño, lo llevaban a comer dicho platillo a una sucursal antigua de Chaz, en Ciudad Satélite. Según cuenta, algo de lo que más se le quedó en la memoria es lo grandes que eran.
Te podría interesar: Burgerman, el zar catador de hamburguesas de la CDMX.
Si quieres probar esta colaboración temporal, corre a Shake Shack Reform 333, y disfruta de lo mejor de México y Estados Unidos, entre dos bollos suavecitos.
BOLETOS