El restaurante Trillo, bajo la dirección del chef Andrés Trillo, se ha posicionado como un lugar que combina autenticidad, simplicidad y calidad en cada plato. […]
El restaurante Trillo, bajo la dirección del chef Andrés Trillo, se ha posicionado como un lugar que combina autenticidad, simplicidad y calidad en cada plato. Situado en la Roma Norte, específicamente en Cozumel 38, este espacio ofrece una experiencia gastronómica única que invita a compartir momentos especiales alrededor de la mesa.
Andrés Trillo, nacido en un pequeño pueblo de Sinaloa, creció rodeado de sabores y tradiciones que marcaron su amor por la cocina. Hijo de una cocinera, el chef adoptó desde joven una visión culinaria que respeta los ingredientes frescos y las recetas sencillas pero significativas. Su formación lo llevó al Instituto Culinart de Monterrey y a Le Cordon Bleu en París, donde perfeccionó su técnica. Además, trabajó en prestigiosos restaurantes internacionales como Le Grand Véfour de Guy Martin y Casa Marcial de Nacho Manzano, enriqueciendo su estilo con influencias de Europa, Asia y Estados Unidos.
La esencia de Trillo radica en su cocina directa y sin artificios. El menú, diseñado para compartir, evoluciona con las estaciones y refleja los gustos personales del chef. Entre las opciones destacadas, se encuentran:
Los postres no se quedan atrás, con propuestas como tarta de chocolate con helado praliné, créme brulée de alcachofa y el clásico arroz con leche asturiano. Para acompañar, la carta incluye vinos seleccionados y cocteles frescos como un gin tonic infusionado con frutos rojos y un cóctel a base de Disaronno Velvet.
Trillo no busca seguir tendencias ni convertirse en un lugar de moda. Su objetivo es ser un refugio gastronómico para cualquier edad, donde se pueda disfrutar de una comida reconfortante y bien ejecutada. La presencia constante del chef, supervisando cada detalle, garantiza una experiencia consistente y memorable.
El ambiente del restaurante es cálido y acogedor, perfecto para quienes buscan un lugar donde comer bien sin pretensiones. Con precios justos y un enfoque en la calidad, Trillo se consolida como un espacio al que siempre se querrá regresar.