Efímero Speakeasy es un espacio de experiencias sensoriales pasajeras en Cholula, Puebla. La Chef Eli Hernandez crea distintos menús de repostería con maridajes inigualables. Para celebrar su primer aniversario, organizó una cena compartida con distintos chefs representantes de la nueva escena de cocineros que la han inspirado y apoyado. Juntos crearon platillos y maridajes para un público pequeño en donde se incluyó un tiempo en honor al chef Armando Cajero QEPD.
Texto de Elisa Ortega
Foto de Fonda Branding
Efímero Speakeasy
Este proyecto nació en pandemia, Eli Hernandez no dejó que la contingencia detuviera la construcción de sus sueños. Adaptó su concepto de repostería a un speakeasy en donde se organizaron distintas experiencias sensoriales que van más allá del platillo.
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Así fue como a través de cenas petit comité, comenzó a retar a la repostería tradicional; rápidamente Efímero se ha convertido en punta de lanza de las nuevas propuestas en la gastronomía. Cenas enteras de postres, con maridajes de vinos, coctelería y café de especialidad. Acompañada del apoyo de distintos cocineros y proyectos hermanados, este speakeasy ha generado curiosidad más allá de Cholula. Una combinación entre sabores, texturas, innovaciones técnicas y juegos de luces en un espacio escondido.
Cada experiencia que Eli crea es única y por supuesto: efímera, adjetivo que significa “que dura poco tiempo o es pasajero”. Más allá del nombre, el manejo sensorial de su cocina ha creado que estos momentos perduren un largo tiempo en la memoria de los comensales y generado expectativa sobre Efímero Speakeasy.
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El primer aniversario de Efímero Speakeasy
“Sucedió la magia, sucedió con lo experimental, sucedió entre flores” describe Eli. El evento de celebración ocurrió en Cactilia, un huerto dentro de Cholula creado por cocineros. Al aire libre, un grupo de chefs cercanos a Eli crearon una cena de siete tiempos con maridajes de vinos, cócteles y café.
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Es por esto que cada platillo dió a conocer más del ambiente del cual la chef se inspira, los sabores ahumados fueron parte importante de la experiencia. El huerto estuvo presente en cada montaje junto con ingredientes locales y todo fue cocinado en el momento a al vista de los comensales. Así, Efímero Speakeasy mostró los sabores y personas que rodean al proyecto.
Después de la puesta de sol, el ambiente cambió, el café de especialidad devolvió la energía y los últimos sabores fueron preparados por la creadora del proyecto. Con juegos de luces, sabores aromáticos y mezclas sorprendentes de texturas cerraron con broche de oro una cena al estilo Efímero Speakeasy: dulce y experimental.
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Un tiempo de todos para él
Durante este evento, en medio de los siete tiempos de la celebración en el huerto, los cocineros sirvieron juntos la “Pesca con chilacayota a las brasas”. Una receta inspirada en el trabajo de Armando Cajero, maestro y amigo de todas las manos involucradas.
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Armando dejó con su partida un legado para la cocina estacional del país y el respeto por los ingredientes. En el primer aniversario de Efímero Speakeasy, se cocinó este platillo esperando llevar a la mesa sus enseñanzas en torno a la pesca sustentable y la atención a los productos de temporada. Esta pesca se acompañó de un pan de Harina y Sal, su proyecto de vida y experimentación en torno a la panadería, harinas, fermentación y masas.
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¿Y el colibrí?
Hubo palabras de admiración, agradecimiento, un minuto de silencio, llantos y abrazos. Con las palabras de “ te queremos y admiramos siempre”, los cocineros dejaron los platos en la mesa.
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Al mismo tiempo Dulce Elena Centeno, líder de Legendario Speakeasy entregó un cóctel llamado ¿Y el colibrí?, la forma de la mixóloga de apreciar la partida de seres queridos. Un trago preparado con chutney de melocotón ahumado, vermouth blanco, marmelo y vinagre de vino blanco que se acompaña con el fragmento de un poema de Omar Alej:
“Volví y él ya no estaba, simplemente me fui.
Intente caminar olvidando, si en algo lo recordaba olvidaría cómo llegar a la puerta.
Por un instante detuve mis pasos, del olor de las flores se animó un colibrí. Yo no sé si en realidad las aves emigran ni cómo logran encontrarse, pero venía de allá… el colibrí venía de allá”
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La noche terminó con una fogata entre amigos, café y cocteles para cerrar el primer año de este proyecto, con todo lo que implicó.
“Sucedió la magia, sucedió con lo experimental, sucedió entre flores” describe Eli,
y sucedió.
Efímero Speakeasy comienza su segundo año de vida con la expectativa de muchos nuevos proyectos de los que habrá que estar pendientes.
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